l Paseo del Bajo llegó para sumar calidad paisajística y sustentabilidad a la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de un corredor verde de más de diez hectáreas que apunta a vincular un sector central de la ciudad con los barrios de Puerto Madero y San Telmo.
La reconfiguración integral fue impulsada por el Gobierno de la Ciudad a través del Ministerio de Desarrollo y la Corporación Antiguo Puerto Madero. El nuevo espacio verde está ubicado entre las Avenidas Belgrano, Corrientes, Leandro N. Alem y Huergo, y cuenta con 102.000 metros cuadrados y 13,6 hectáreas de parques. Cada plaza y plazoleta posee un esquema de diseño con equipamientos seguros para fomentar la recreación y una movilidad sustentable, entre ellos: ciclovías, cruces peatonales, estaciones de juegos y actividad física, bancos y energía solar.
El nuevo Paseo está integrado por las plazas Juan Domingo Perón, la del Centro Cultural Kirchner y la del Ministerio de Defensa. La puesta en valor de estos tres espacios estuvo a cargo de los arquitectos Daniel Becker, Sergio Cavalli, Agustín Olivieri y Joan Marantz, y de Gabriel Burgueño, especialista en paisajismo y aspectos ambientales.
En este sentido, el innovador proyecto plantea tres ejes de vegetación que evocan el paisaje rioplatense originario: pastizales (ecorregión Pampa), bosques de barranca (Espinal) y selva de ribera (Delta e Islas de los ríos Paraná y Uruguay). De esta manera, cada tramo del recorrido cuenta con una identidad particular, reflejo de los ambientes naturales regionales.
El sentido delgado y alargado del Paseo posibilitó la idea de corredor biológico. Se aplicaron comunidades de plantas según las ecorregiones (Pampa, Espinal y Delta) y en concordancia con las conexiones al resto de los espacios de la ciudad. Entre las especies utilizadas se encuentran varias gramíneas, como Poa iridifolia, Paspalum quadrifarium, Pennisetum sp. También hay herbáceas perennes, como Verbena bonariensis, y arbustos, como Grindelia sp. y Baccharis trimera. “Quisimos jerarquizar las especies espontáneas y otorgarles valor, sumando color y diversidad a los espacios”, explica Burgueño.
El objetivo del proyecto fue priorizar la idea de un diseño urbano que otorgara una coherencia y unidad a los espacios. En la plaza del Centro Cultural Kirchner se colocaron canteros puros de cada especie, en los que lavandas y formios conviven con grindelias, carquejas y verbenas junto a rosas y lavandas.
Por su parte, en la Plaza Juan Domingo Perón, frente a la Aduana, se realizó una plantación complementaria a la vegetación existente. “Las plantas acompañan añosas arboledas preexistentes que se aprovecharon para construir un diálogo naturaleza-cultivo”, destaca Burgueño.
Sumado a esto, se construyó un eje central que vincula la Plaza de Mayo con el Puente de la Mujer con plantaciones sobre la Av. Alicia Moreau de Justo. Las herbáceas aportan estructura al diseño frente a la Casa de Gobierno, mientras que los canteros se renovaron con herbáceas perennes nativas y exóticas.