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Por Agroempresario.com
El ministro de Economía, Luis Caputo, no formará parte de la delegación argentina que viajará a Sudáfrica para la cumbre de ministros y gobernadores de bancos centrales del G20. En su lugar, el país estará representado por el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, el vicepresidente de la entidad, Vladimir Werning, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
La reunión, que tendrá lugar en Ciudad del Cabo entre miércoles y jueves, será la primera del año en el marco del G20 y se desarrollará en un contexto político y económico complejo tanto a nivel local como internacional. La decisión del gobierno argentino de no enviar a Caputo coincide con la ausencia del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, lo que refuerza una estrategia de bajo perfil en las negociaciones con organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La ausencia de Caputo no implica una interrupción en las conversaciones con el FMI. Por el contrario, el viceministro de Economía, José Luis Daza, será el encargado de continuar con los diálogos de carácter técnico con la entidad financiera. En ese marco, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, expresó recientemente su respaldo a la gestión económica de Javier Milei: “Nuestros equipos siguen trabajando de manera constructiva en pos de un nuevo programa”, señaló a través de su cuenta en X.
A su vez, el domingo, Caputo mantuvo una conversación telefónica con Bessent, quien destacó “las impresionantes medidas de reforma” impulsadas por el gobierno argentino, enfocadas en la reducción de la inflación y la reactivación del crecimiento económico.
El ministro de Economía confirmó que el acuerdo técnico con el FMI será enviado al Congreso para su aprobación. Aunque inicialmente se barajó la posibilidad de que no se requiriera la intervención parlamentaria, finalmente se optó por este camino debido a que la reestructuración de la deuda implica cambios significativos en la composición de los pasivos del Estado.
El esquema cambiario posterior al acuerdo también está definido y contempla la continuidad del crawling peg, la moderación en el ritmo de devaluación y la vigencia del dólar blend exportador, que permite a los exportadores liquidar el 20% de sus ingresos en el mercado de contado con liquidación. Estos puntos serán clave en la estrategia económica para los próximos meses.
La ausencia de Caputo en la cumbre del G20 no es un hecho aislado. La decisión de Estados Unidos de no enviar a Bessent responde a una estrategia más amplia que busca marcar diferencias con el gobierno anfitrión de Sudáfrica. La administración de Donald Trump ha expresado en reiteradas ocasiones su descontento con el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, especialmente en relación con sus políticas de reforma agraria y su postura frente al conflicto en Gaza.
Hace algunas semanas, Trump calificó al gobierno sudafricano como “confiscatorio” y anunció la suspensión de toda ayuda económica a ese país. Además, criticó la política de Empoderamiento Económico Negro (BEE, por sus siglas en inglés), que impide a empresas como Starlink, de Elon Musk, operar en el mercado sudafricano.
La disputa también se extiende al ámbito diplomático y comercial. Washington evalúa la posibilidad de excluir a Sudáfrica de la Ley de Crecimiento y Oportunidad para África (AGOA), lo que impactaría en el comercio bilateral y podría afectar la participación de Sudáfrica en foros internacionales clave como el G20.
