Por Agroempresario.com
El transporte agrícola en Brasil enfrenta una proyección de aumento significativo de hasta un 12% en las tarifas durante el 2025, lo que provocará una presión directa sobre los precios de los alimentos. Según un informe reciente, el encarecimiento de los fletes se debe a una combinación de factores, entre ellos el incremento del precio del diésel, la creciente demanda de transporte y la escasez de camioneros, lo que pone en evidencia las dificultades logísticas del país.
El aumento de tarifas de transporte se concentrará principalmente durante la cosecha 2024/25, momento en el que el volumen de carga se incrementa y la disponibilidad de camiones se reduce drásticamente. Las estimaciones indican que los ajustes tarifarios oscilarán entre un 7% y un 12% por kilómetro recorrido, siendo marzo el mes con la mayor demanda. Este escenario refleja una combinación de factores que afectan al sector, como el encarecimiento de los neumáticos, el precio del combustible y la falta de conductores, lo que impactará fuertemente en la economía agrícola.
La evolución del precio del flete varía considerablemente según la región en Brasil. En el sur, donde se concentra la cosecha de maíz y soja, se han registrado aumentos en los costos de transporte que oscilan entre un 5% y un 15% en rutas claves que conectan las áreas productoras con los puertos de exportación. Esta variabilidad es resultado de la alta demanda, la escasez de camioneros y el aumento de los costos de combustible, lo que está impactando la eficiencia de las operaciones logísticas.
En el centro-oeste, áreas productoras de soja están enfrentando retrasos en la cosecha, lo que ha concentrado la demanda de transporte en un período más corto, creando cuellos de botella logísticos. Estos retrasos en la cosecha, comparados con temporadas anteriores, han intensificado la presión sobre la capacidad de traslado de carga, lo que también contribuye a los ajustes tarifarios proyectados para el 2025.
Un factor crucial en el aumento de las tarifas es el precio del diésel, que sigue siendo uno de los componentes más importantes en los costos operativos del transporte. Con el incremento constante de este combustible, se prevé que los costos de los fletes aumentan aún más, generando un efecto dominó en toda la cadena de suministro agrícola. Además, la escasez de camioneros se ha convertido en otro factor determinante. La limitada disponibilidad de conductores ha generado una fuerte competencia entre las empresas de transporte para asegurar los vehículos, lo que eleva aún más las tarifas.
A los factores ya mencionados se suman los altos costos fiscales y la revisión de las tablas de fletes. Expertos en logística destacan que la carga tributaria sobre el sector de transporte también tendrá un impacto directo sobre los precios. La interacción entre la presión fiscal, la escasez de camioneros y los aumentos de los precios del combustible está configurando un entorno económico desafiante para el sector agrícola.
En resumen, el panorama para el transporte agrícola en Brasil en 2025 será complejo y desafiante. Las proyecciones de aumento en las tarifas de transporte y la presión sobre los precios de los alimentos continuarán siendo temas clave en los próximos meses. Con una creciente demanda, costos más altos y una oferta limitada de vehículos y conductores, los productores y operadores logísticos tendrán que adaptarse a un escenario económico más exigente. El seguimiento de la evolución del precio del diésel y de la disponibilidad de camiones será crucial para enfrentar estos retos.