Soja: ROSARIO
$330.000 1.23%
Maíz: ROSARIO
$211.500 -0.24%
Trigo: ROSARIO
$225.000 -0.44%
Por Agroempresario.com
La industria argentina del biodiésel enfrenta un desafío crucial: recuperar su presencia en mercados internacionales clave como Estados Unidos y Perú. A pesar de haber experimentado un crecimiento del 40% en 2024 respecto al año anterior, la producción nacional sigue lejos de su máximo histórico, alcanzado en 2017. La caída del sector se atribuye a restricciones impuestas por países compradores y a un marco regulatorio desfavorable en el mercado interno.
En este contexto, la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) trabaja en conjunto con la Cancillería para negociar la reapertura de estos mercados. "Un mundo proteccionista ha creado injustificadas barreras a nuestras muy competitivas exportaciones", declaró Luis Zubizarreta, presidente de Carbio. "Seguimos trabajando con Cancillería para revertir las barreras en ambos países y confiamos en obtener resultados pronto".
La producción argentina de biodiésel alcanzó 1,12 millones de toneladas en 2024, pero sigue por debajo de los niveles de 2017, cuando se produjeron 2,87 millones de toneladas. En contraste, la producción mundial creció un 75% en el mismo período.
Los principales productores globales han registrado aumentos considerables en su producción: Indonesia cuadruplicó su volumen en siete años, Brasil lo duplicó y Estados Unidos incrementó su abastecimiento de biocombustibles derivados de aceites vegetales en un 160%. China y la Unión Europea también experimentaron crecimientos del 150% y 10%, respectivamente, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
En Argentina, la participación en el mercado mundial del biodiésel cayó drásticamente, pasando del 7,8% en 2017 al 1,8% en 2024. "El retroceso ha sido muy pronunciado", señalaron especialistas de la BCR.
El biodiésel argentino enfrenta barreras en mercados estratégicos. En 2016, Estados Unidos aplicó altos aranceles a la importación del biocombustible argentino, dejando al país fuera de un mercado que llegó a generar ingresos por más de USD 1.200 millones. Perú también implementó restricciones que limitaron la exportación.
A nivel local, el marco regulatorio también ha afectado la industria. La ley de biocombustibles sancionada en 2021 redujo la tasa de corte con biodiésel del 10% al 5%. Aunque en 2022 se implementó un aumento transitorio al 12,5%, el corte nominal quedó en 7,5%, y la normativa permite que pueda reducirse hasta el 3%.
"Tenemos una pésima ley para abastecer el mercado doméstico, con un esquema que no existe en ningún país del mundo", criticó Zubizarreta. "Existen cuotas para un grupo limitado de empresas y precios definidos por la burocracia, algo que hay que desterrar de forma urgente".
El incumplimiento del corte obligatorio en el mercado interno y la caída en las exportaciones también han golpeado a la industria. En 2022, el biodiésel argentino fue el noveno complejo exportador del país, generando más divisas que sectores como la cebada, la pesca, los lácteos y la siderurgia. Sin embargo, su peso en la economía nacional se redujo en los últimos años.
Para reactivar la industria, Carbio propone dos estrategias fundamentales: la reapertura de mercados externos y la modificación del marco regulatorio interno. "Debemos tener un mercado abierto a la competencia, donde puedan participar todas las empresas y replicar lo que sucede en Brasil, donde el corte tiene un sendero creciente que duplica el nivel existente en Argentina", aseguró Zubizarreta.
La capacidad ociosa del sector supera el 70%, lo que evidencia el impacto de las restricciones comerciales y las políticas locales. "La solución viene por reabrir mercados externos y establecer una nueva ley de biocombustibles que permita un desarrollo sostenible", destacó el dirigente empresarial.
Las gestiones con Cancillería para destrabar la entrada del biodiésel argentino en Estados Unidos continúan en marcha. "Tenemos conversaciones permanentes con el equipo de Cancillería en Estados Unidos. Creemos que la buena relación entre ambos países puede ayudar a lograr el objetivo pronto", afirmó Zubizarreta.
A pesar del desafiante escenario actual, la industria ve oportunidades en la expansión global del biodiésel. "Un esquema interno serio atraerá nuevas inversiones y mejorará nuestra inserción internacional", afirmó el titular de Carbio.
El sector también apuesta al desarrollo de combustibles sustentables para la aviación y el transporte marítimo, segmentos con creciente demanda a nivel global. "Si logramos generar las condiciones adecuadas, Argentina podrá recuperar su posición como un actor clave en el mercado del biodiésel", concluyó Zubizarreta.
Con la mirada puesta en la reapertura de mercados y en la modernización de la legislación, la industria del biodiésel busca recuperar su protagonismo y aprovechar el auge mundial de los biocombustibles.
