Por Agroempresario.com
El pistacho, un fruto seco con raíces en el antiguo Imperio Persa, ha encontrado en San Juan un territorio ideal para su cultivo. Con más de 25 años de desarrollo, la provincia se ha convertido en la principal productora de Argentina, consolidando su posición en los mercados internacionales y proyectando un crecimiento sostenido.
San Juan ha experimentado un crecimiento exponencial en la producción de pistachos. De unas modestas 500 hectáreas en sus inicios, hoy supera las 6.000 y se proyecta alcanzar las 9.000 en los próximos cuatro años. Este avance ha convertido al cultivo en una de las actividades agrícolas más prometedoras de la región, generando empleo y atrayendo inversiones para el desarrollo de infraestructura y servicios complementarios.
El cultivo del pistacho requiere paciencia: los árboles tardan aproximadamente cinco años en dar su primera cosecha y alcanzan su máximo rendimiento a los diez años, con una producción promedio de 3.000 kilogramos por hectárea. Sin embargo, el esfuerzo vale la pena, ya que el fruto sanjuanino ha sido reconocido como uno de los tres mejores del mundo, junto con los de Irán y Estados Unidos.
La provincia se ha convertido en un polo productivo clave, con zonas estratégicas como 25 de Mayo, donde los cultivos han transformado tierras áridas en fértiles plantaciones. Otros departamentos como Médano de Oro, Pocito, Sarmiento, Albardón y Angaco también se han sumado a esta expansión.
En cuanto a las variedades, San Juan produce principalmente pistachos Kerman y su polinizadora Peter, aunque recientemente ha incorporado Goldel Hill, Lost Hill y Kalenghouchi, destacadas por su tamaño y demanda en el mercado aperitivo.
El liderazgo de San Juan no solo se refleja en su producción interna, sino también en su impacto en el comercio exterior. En 2024, la provincia exportó 192.295 kilos netos de pistachos, con una recaudación de 1,7 millones de dólares FOB. Sus principales mercados incluyen Brasil, Estados Unidos, España, Alemania, Italia, Chile, Rusia y Uruguay.
Además, el pistacho tiene una cotización elevada en el mercado internacional. Con cáscara, el precio varía entre 9 y 11 dólares por kilo, mientras que sin cáscara oscila entre 18 y 20 dólares, lo que lo convierte en un cultivo altamente rentable.
San Juan ha logrado convertir el pistacho en un motor económico y productivo, con una combinación de condiciones climáticas favorables, inversión en tecnología y una visión estratégica de largo plazo. Con un crecimiento sostenido, la provincia sigue consolidando su posición como la capital del pistacho en Argentina y un referente en el mercado global.