Por Agroempresario.com
Argentina cerró el primer semestre de 2025 con un fuerte desempeño en sus exportaciones, superando los 39.000 millones de dólares en ventas de bienes. Este resultado posiciona al país en uno de los mejores primeros semestres de la historia en términos de valor FOB, impulsado por un conjunto diversificado de complejos productivos que sostienen el dinamismo del comercio exterior.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y datos oficiales del INDEC confirman que, si bien el complejo sojero sigue siendo el motor principal de las exportaciones argentinas, sectores como el petrolero-petroquímico, el maicero y la industria automotriz también aportan volúmenes significativos. Al mismo tiempo, la minería, la carne y el trigo reflejan la amplitud y la variedad de la oferta exportable nacional.
El complejo sojero reafirmó su liderazgo, con exportaciones que alcanzaron los 8.514 millones de dólares en el primer semestre. Según la BCR, India fue el principal destino de la soja argentina, absorbiendo el 21% del total, equivalente a 1.751 millones de dólares. China también se posicionó como un comprador clave, con envíos por 846 millones, mientras que Vietnam representó otro mercado relevante con 704 millones.
Además de estos destinos, la soja argentina llegó a Bangladesh, Arabia Saudita, Chile e Italia, lo que refleja una estrategia comercial diversificada que permite mitigar riesgos asociados a la concentración en pocos mercados.
El sector petrolero y petroquímico generó ingresos por 5.197 millones de dólares. Estados Unidos y Chile fueron los principales compradores, con el 29% y 28% de las exportaciones respectivamente, sumando más de la mitad de los envíos totales. Brasil y Paraguay completan la lista de destinos importantes para este complejo, consolidando el perfil regional y global de la cadena energética argentina.
Con 3.960 millones de dólares exportados, el maíz argentino encontró en Vietnam a su principal comprador, con envíos por más de 640 millones, representando el 16% del total. Perú y Argelia, ambos con alrededor del 11%, fueron otros destinos destacados, junto con Malasia y Arabia Saudita. Este despliegue internacional indica la creciente demanda del grano argentino en regiones tan variadas como Asia, África y América Latina.
Las exportaciones del sector automotriz alcanzaron los 3.154 millones de dólares, con Brasil como receptor del 63% del total, equivalente a 2.003 millones. Chile y Perú aportaron volúmenes menores, con 159 y 105 millones de dólares respectivamente, manteniendo una relación estrecha dentro del mercado regional.
La minería de metales preciosos generó 2.193 millones de dólares, destacándose Suiza como el destino principal con más de 1.200 millones, representando el 55% del total. Este complejo refuerza la diversificación exportadora y la inserción de Argentina en mercados especializados.
El sector ganadero aportó casi 2.000 millones de dólares en exportaciones, con China liderando la compra, con envíos por 819 millones, equivalente al 42% del total. Este dato subraya la importancia estratégica del mercado chino para la carne argentina, sosteniendo la estabilidad y crecimiento del sector.
Finalmente, el trigo argentino alcanzó exportaciones por 1.798 millones, con Brasil absorbiendo el 37% de los envíos, lo que equivale a 662 millones de dólares. Esta relación comercial destaca la integración regional en el sector agrícola.
El comercio exterior argentino mantiene un perfil dinámico y diversificado, con Brasil, Chile y China como principales socios comerciales en términos generales, aunque cada sector muestra particularidades según su cadena productiva y mercados objetivo.
Según los especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario, esta diversificación y la fortaleza de los principales complejos exportadores son la clave para sostener el crecimiento en un contexto global competitivo y con desafíos logísticos y económicos.
La estrategia de diversificar destinos y fortalecer cadenas de valor es fundamental para aumentar la resiliencia del sector exportador argentino, permitiendo enfrentar fluctuaciones internacionales y mantener ingresos estables para la economía nacional.