l trabajo liderado por Jorge Hilbert analizó las 3 plantas destilerías de gran escala que operan en la provincia de Córdoba, que abastecen el 80% del mercado de este biocombustible.
A lo largo de 6 años, Bio4, ACABio y Promaíz procesaron más de 3 millones de toneladas para producir 1,2 millones de toneladas de bioetanol, 300.000 toneladas de burlanda seca, 1,4 millones de toneladas de burlanda húmeda, medio millón de dióxido de carbono -que se comercializa a diferentes industrias y 40.000 toneladas de aceite.
Según Hilbert, en los 6 años que duró el estudio las empresas fueron incorporando tecnología para un mejor aprovechamiento de los residuos y subproductos, como la captura de dióxido de carbono, o la integración de las vinazas a la producción de biogás, mejorando el desempeño ambiental de las destilerías.
El especialista recalca que el 43% de las emisiones del bioetanol se producen durante la etapa de cultivo de maíz y que este valor se puede mejorar sustancialmente. Por su parte la industria es responsable del 48% de las emisiones.
Hilbert destaca que las emisiones totales logran una reducción de las emisiones de carbono respecto a la nafta de 67% si se toma el valor de referencia para el combustible fósil empleado en Argentina y de 68% en promedio bajo los estándares de la UE. Según el especialista, en algunos años y en partidas especiales se supera holgadamente el 70% de reducción, lo cual permite abrir nuevos mercados, a partir la certificación de estos procesos.
Agrega también que están trabajando en forma similar con la industria de biodiesel y que ya han presentado a la UE los valores por default de la huella de carbono de la producción de soja de argentina. «Estaría superando también el 70% de reducción de emisiones respecto al gasoil fósil», destaca.
Centro Argentino De Ingenieros Agrónomos