os empresarios turísticos de la Patagonia crearon el Yellow Submarine, un barco único con cubierta submarina que combina el avistaje de ballenas francas en su hábitat natural. La historia de una amistad que se afianzó en los negocios y que le hace frente a la pandemia.
Con su Yellow Submarine para ver a las ballenas francas y la reserva El Pedral, donde vive una colonia de pingüinos magallánicos, Julitte Decré y Tiño Resnik le agregan valor a un destino exótico con todos los componentes de la aventura: ver frente a frente a estos maravillosos animales en sus respectivos hábitats naturales de las costas chubutenses. Se trata de un producto único, inédito en la Argentina y probablemente en el mundo: un barco de 47 toneladas con fondo de vidrio que, desde julio del 2014 traslada 50 pasajeros en cada salida.
“Fue un éxito rápidamente, el barco es muy innovador y las ballenas son tan curiosas que se acercaban un montón, lo que favorecía verlas desde el ventanal de vidrio. Ellas nos miran a nosotros también”, cuenta Julitte. El Yellow opera de julio a octubre, los meses en los que las ballenas se encuentran cerca de la costa.
El proyecto demandó una inversión total de US$572.641,56. La embarcación tiene 17,20 metros de eslora y una manga de cuatro metros, y está inspirada en las naves que se utilizan para observaciones submarinas en la barrera de arrecifes de Australia, en el Caribe y en el Mar Rojo.
Construida en acero naval, granallado y pintado, totalmente soldado, cuenta con una capacidad para 50 pasajeros (tripulación incluida); visibilidad cubierta superior de 360°; y una visibilidad cabina submarina de 40 ventanas.
Al año de poner en funcionamiento el Yellow Submarine, los socios adquirieron la estancia El Pedral donde pusieron en funcionamiento un hotel de campo.
Los pasajeros que llegan desde Puerto Madryn pueden hospedarse, disfrutar de las instalaciones y visitar la colonia de pingüinos ubicada a 70 kilómetros de Puerto Madryn. “Hoy ya hay 2.597 parejas de pingüinos en la colonia. Es un refugio de vida silvestre y así lo conservamos”, recuerdan.
A pesar de que este año tuvieron que cancelar los cientos de paquetes vendidos y de las pérdidas económicas a causa de la pandemia de COVID-19, son optimistas. “Sabemos que vamos a volver a operar, la gente va a volver a viajar; solo necesitamos una fecha estimativa a futuro para poder trabajar con planificación”, concluyen.