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unque las precipitaciones significativas en algunas áreas clave de ganado en enero y febrero fueron una señal positiva para los agricultores, la precipitación adicional será clave para determinar el alcance de la reconstrucción, dijeron los autores.
El número de ganado de Australia ya ha alcanzado el nivel más bajo en más de tres décadas. El equipo del USDA predice que los inventarios de ganado continuarán disminuyendo en 2020, aunque a un ritmo mucho más lento debido a la reconstrucción prevista del rebaño.
Los incendios forestales recientes en Australia causaron daños generalizados, pero no tuvieron un gran impacto en las áreas de producción de ganado y se espera que solo tengan un efecto muy mínimo en el número de ganado, encuentra el pronóstico de la agencia estadounidense.
También pronosticaron que las exportaciones de carne de res de Australia caerán un 20% en 2020.
“Se pronostica que la producción y las exportaciones de carne de res de Australia caerán bruscamente en 2020 debido al impacto de la sequía de varios años en áreas clave de producción. Esta caída de la producción se espera debido a dos factores clave.
En primer lugar, la falta de pastos y los altos precios de los alimentos como resultado de la sequía, junto con una fuerte demanda de exportaciones, dieron como resultado una gran deserción de ganado en 2019. Esto incluyó un número récord de vacas sacrificadas. Esto ha reducido el tamaño general del hato a la más baja de las últimas décadas, la reducción de la disponibilidad de ganado en 2020.
En segundo lugar, se espera que la reconstrucción del rebaño tenga lugar en 2020, y esto reducirá el número enviado al matadero, especialmente de ganado bovino. Sin embargo, el momento y la extensión de la reconstrucción del rebaño dependerán en gran medida de las lluvias adicionales, lo que aumentará la confianza de los agricultores en la disponibilidad suficiente de alimento para su ganado ", dijeron los especialistas del mercado.
Las fuertes lluvias en algunas zonas afectadas por la sequía a principios de 2020 fueron una señal positiva para algunos productores, pero una mayor precipitación será clave, señaló la publicación.
"La lluvia abundante en enero y febrero en algunas áreas, después de años de sequedad, ya ha aumentado la confianza de algunos agricultores y ha provocado un fuerte aumento en los precios del ganado. Sin embargo, debido a la severidad de la sequía, es probable que se necesite más lluvia antes de que muchos los agricultores tendrán que tener confianza en la alimentación suficiente para comenzar a volver a surtir. Como resultado, se espera que haya una fuerte correlación en los próximos meses entre la precipitación y la magnitud de la caída en el número de ganado enviado a masacre".
Sin embargo, la mayor cantidad de ganado en la alimentación ha sido impulsada por factores de demanda, con una fuerte demanda de exportación de carne de res alimentada con granos. Japón, China y Corea del Sur son los mercados más grandes para la carne australiana alimentada con granos, informó el USDA.
Aunque la demanda de exportación seguirá siendo fuerte, si las lluvias continúan y los pastos mejoran el deseo de repoblación y una mayor alimentación en la granja probablemente comenzará a reducir el número de ganado en la alimentación.
En otro informe, el USDA considera que la producción de carne de Nueva Zelanda cayó un 5% en 2020 a 675,000 toneladas métricas.
“Esto es el resultado de un menor sacrificio esperado y un clima muy seco en la Isla Norte, que ha reducido el crecimiento de los pastos y se espera que reduzca el peso promedio de la canal. También se pronostica que las exportaciones de carne a caer ligeramente y las exportaciones a China se han visto afectados por el brote de virus”
“Actualmente, dos cuestiones dominan el sector de la carne de Nueva Zelanda. Primero, la rápida elevación de China al destino número uno para las exportaciones de Nueva Zelanda se ha topado con un obstáculo en el camino. La propagación del coronavirus, Covid-19, en China se ha paralizado los envíos de carne y causó retrasos logísticos.
"En segundo lugar, combinado con esta interrupción del comercio, un período de sequía prolongado centrado en la Isla Norte se ha convertido en una sequía a gran escala en algunas regiones, con los climas secos que afectan los pesos de los cadáveres y aumentan el número de ganaderos que están enviando al matadero antes. En el año. Debido a este aumento de la masacre, los procesadores de carne no tienen que competir por acciones que ha llevado a un descenso significativo y sostenido en el precio de la carne al productor.
“Sin embargo, en general, el sector ganadero se cree una vida relativamente corta estas dos cuestiones y la demanda subyacente en China sigue siendo fuerte”.
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