Juan Uccelli: "Estamos empezando a ser proveedores del mundo"

En el marco del Congreso Argentina Supermercado del Mundo, Juan Uccelli, presidente de la Asociación de Productores Porcinos, habló sobre la evolución de la producción de cerdos y cómo hoy la Argentina está en condiciones de ser la proveedora mundial de esta carne.

“Los cerdos vinieron acá en 1536 con la primera fallida fundación de Buenos Aires”, comenzó Uccelli y enumeró tres etapas que significaron grandes cambios en la producción: la primera, fue desde ese momento hasta finales de la década del 90; la segunda, desde 1990 hasta 2002; la tercera comenzó después de la crisis del 2001; si bien el presidente de la Asociación de Productores Porcinos no la considera aún una etapa, este año se dio un gran salto en la producción de carne de cerdo con las exportaciones.

Primera etapa. “El productor que se dedicaba a la producción de cerdos lo tenía como una actividad secundaria y terciaria de la agricultura y la ganadería; normalmente era la caja chica del productor que en la agricultura cobraba una o dos veces al año”, explicó Uccelli y denominó esta etapa como la de producción de chanchos.

Segunda etapa.  Aquí comenzó lo que el presidente de la Asociación denominó como producción de cerdos; se dio de la mano de la incorporación de tecnología, la genética y el mejoramiento animal, el mejor uso de las fuentes de alimentación y la aplicación de construcciones para una mejor crianza. En esta etapa hubo un “crecimiento muy importante de la productividad por cada unidad de producción que es la chancha madre”, señaló Uccelli.

Tercera etapa. Esta es la etapa que estamos transitando hoy e implica la producción de carne de cerdos. “Dejamos de producir chanchos y pasamos a producir cerdos; ahora dejamos de producir cerdos y pasamos a producir carne de cerdo”, resumió Uccelli. El cambio radica en la relación más directa con el consumidor: “Se produjo una opción que es entrar a la mesa de los argentinos”, puntualizó.

A nivel  consumo, la carne de cerdo pasó por años con niveles muy bajos en relación a otras carnes. Haciendo una revisión de cómo esto fue evolucionando al día de hoy, Uccelli explicó que en la década del '40, se produjo un pico en el consumo de carne porcina en la Argentina porque el 50% de la población eran inmigrantes europeos; y allí la base de sus dietas era básicamente de cerdo. Pero, luego, en nuestro país descubrieron una carne alternativa que era rica y más barata: la vacuna. Rápidamente reemplazaron sus dietas y la carne porcina quedó relegada. El cerdo pasó a producirse únicamente para chacinados, siendo esta la única opción viable para los productores.

Hacia fines de los ’90, el consumo per cápita era de 6,5 kilos en chacinados y solo medio kilo de carne fresca. Pero, en el año 2003, el sector de productores porcinos comenzó a apostar a la carne nuevamente. Para ello, necesitaron aclarar los mitos en torno a su consumo: “Empezamos con los médicos, seguimos con los nutricionistas, aclarando que habíamos hecho un cerdo nuevo y que la carne que producíamos era de muy buena calidad; seguimos por los cocineros porque el gran problema es que la gente no sabía cocinar la carde de cerdo; y terminamos con el consumidor”. Así, en 2010, se superó el pico de los años ’40, con un consumo per cápita de 8 kilos. Actualmente, después de años de crecimiento, en la Argentina se consumen 17 kilos per cápita, siendo 14 correspondientes a carne fresca y los 3 restantes a chacinados.

Una vez instalado el cerdo en las mesas argentinas, los productores fueron por más y comenzaron a apostar a la exportación de sus carnes. A mediados de este año, indicó Uccelli, se envió el primer embarque de medias reses a Rusia, tercer comprador de carne de cerdo a nivel mundial. “Estamos empezando, hace muy poco, a ser proveedores del mundo. Argentina tiene todas las condiciones para ser gran jugador. Para producir cerdos, se necesita tierra; Argentina la tiene. Se necesita agua y Argentina la tiene. Es ideal tener maíz y soja; Argentina es un gran productor de maíz y un tremendo productor de soja; se necesita tener material humano capacitado y en Argentina ha crecido de una forma impresionante la cantidad de técnicos que tenemos”, enumeró el presidente de la Asociación de Productores Porcinos.

Finalmente, Uccelli concluyó que, si bien el 70% de la producción porcina está en la zona núcleo, hay dos zonas que van a ser el futuro de la producción de cerdos: el Norte y Patagonia. En el NOA y el NEA se produce maíz y soja pero es muy caro trasladarlos al puerto para exportar. Entonces, el presidente de la Asociación de Productores Porcinos sugiere transformar la proteína vegetal en carne y chacinados; se puede producir, elaborar y transformar localmente y luego, el excedente puede exportarse. Asimismo, “la Patagonia tiene todas las características para poder exportar carne de cerdo a cualquier mercado del mundo. Es el lugar más libre de enfermedades porcinas y encma con una ventaja que es única, que es un producto hecho en la Patagonia”, destacó Uccelli y aclaró que, aunque en el sur no tengan maíz y sorgo, trasladar los granos en barco desde Rosario o Buenos Aires es muy barato.

“Dejamos de ser potencialmente productores de cerdos para empezar a ser realmente productores de cerdo. Empezamos la etapa de ser proveedores del mundo y no nos van a parar”, finalizó Uccelli.