Corales en peligro de extinción ante la ingesta de microplásticos

e calentarse menos de 1,5°C los mares, la Tierra podría perder el 70% de sus arrecifes de coral. Y si el incremento de la temperatura supera los 2°C con respecto a los niveles preindustriales, estos ecosistemas podrían desaparecer. Así lo advierten los expertos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, según sus siglas en inglés).

Pero esta no es la única amenaza que azota a los arrecifes de coral. Según un estudio, la contaminación también está causando estragos en estos ecosistemas, ya que los corales son animales filtradores y se alimentan de las partículas contaminantes suspendidas en el agua.

De acuerdo con los investigadores de la Universidad de Washington (EE.UU.), el incremento de la temperatura del agua hace que los corales estén más expuestos a la contaminación, ya que “el calor hace que se estresen hasta perder sus algas simbiontes, que son las que hasta ahora les proporcionaban energía, con lo que se ven obligados a alimentarse filtrando agua”.

En su búsqueda por captar el zooplancton suspendido en el agua, los corales también captan miles de microplásticos que algún día pertenecieron a envases, botellas u otras piezas de plástico pero que se han descompuesto, así como también partículas de las 700.000 microfibras de plástico que se desprenden del vertido de las aguas residuales de las lavadoras que contienen productos de cosmética o jabones.

Según los científicos, al desintegrarse, el plástico adquiere nuevas propiedades químicas y físicas, lo que puede conducir a graves bloqueos intestinales y jugar un papel clave en la determinación del sexo de los organismos que lo ingieren, como se ha visto en peces y mamíferos marinos.

Para la elaboración del trabajo, los investigadores recolectaron muestras de dos especies de corales comunes en la costa este de Oahu (Hawái). La mitad las expusieron a agua cálida durante varias semanas para inducir su blanqueamiento, que se produce cuando los corales pierden sus algas simbiontes por culpa del estrés. Luego, realizaron cuatro experimentos de alimentación diferentes en corales blanqueados y no blanqueados, fijándose en si se alimentaban solo de microplásticos, solo de zooplancton, de ambos o de ninguno.

Por último, diseccionaron los corales y advirtieron que ninguna de las dos especies comía solo microplásticos, algo que atribuyen a la capacidad de estos organismos de distinguir entre lo que es zooplancton y lo que no lo es. Sin embargo, algunos individuos sí que ingirieron microplásticos y zooplancton a la vez, lo que podría significar que los corales no distinguen entre las presas y el plástico cuando se hallan juntos.

Cada año se producen en todo el mundo más de 400 millones de toneladas de plástico, ocho de los cuales se vierten en el océano a un ritmo aproximado de 200 kilos de plástico por segundo. Una vez en el agua, esta cantidad es transportada por las corrientes, los procesos de convección y las tormentas, entre otros, hasta lugares remotos.