Con el eje puesto en la alimentación saludable y la inclusión social, la empresa Zafrán se propone cambiar los hábitos del picoteo con snacks de frutos secos, granola, barras y galletas.
Charlie Rivero Haedo y Nito Anello son los socios fundadores y se encargan de lo operativo y el desarrollo de productos respectivamente; luego se sumó Diego Salmain, quien está a cargo de la cuestión comercial.
La idea que dio origen a Zafrán nació en 2012 cuando los primeros socios decidieron unirse e investigar el mercado de los alimentos. Al año siguiente, luego de tomar la iniciativa de inclinarse por los frutos secos y la fruta deshidratada, comenzaron con una prueba casera para la cual invirtieron $50.000. En esa primera instancia, una nutricionista los ayudó a elaborar 30 mixes en porciones individuales para ser consumidos como snacks.
En sus inicios, la comercialización de los productos pasaba exclusivamente por Internet, pero los socios se dieron cuenta que, si bien veían interés, no se producía una recompra. A partir de allí, empezaron a incursionar en el retail, primero vendiendo en kioscos.
Como notaron que el producto resultaba atractivo, los socios decidieron reducir las 30 variedades a las que más vendían. Para aumentar la producción, se aliaron con la Asociación Civil Andar, una organización social de Moreno (Buenos Aires) que da trabajo a personas con discapacidad. Allí se cocinan y se envasan los productos.
Hacia 2016, los productos desarrollados eran snacks, galletitas y granolas; pero, en 2017, cuando incorporaron las barras de cereal, la empresa dio un gran salto porque varias empresas multinacionales comenzaron a adquirir el producto para vender en supermercados, estaciones de servicio o para ofrecer en sus oficinas para los empleados.