La innovación y el desarrollo tecnológico tienen que ver con las capacidades que tenemos de transformar una realidad a partir del conocimiento, usando la ciencia y la tecnología para que aquella realidad crezca”, expresó Mariano Garmendia, secretario de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Tucumán, al dar inicio a su conferencia en el congreso “Argentina, Supermercado del Mundo”, realizado en el Hotel Sheraton de Buenos Aires.
En ese sentido, sostuvo que el modelo ideal de manejo es “el triángulo de Sábato, donde el gobierno, las áreas de conocimiento y el sector privado trabajan en conjunto para lograr una sinergia en el territorio”. De esta manera, Garmendia consideró que si no se aprovecha el desarrollo del conocimiento para las distintas actividades, desde las empresariales hasta la gestión de la política pública, el que pierde es el país.
“Tenemos que imaginarnos un país distinto de acá a 15 o 20 años”, afirmó el secretario. Para dar un ejemplo, señaló que se debe desarrollar la ganadería no sólo desde la producción tradicional, sino que también se debe trabajar en conjunto con los especialistas que se encargan del desarrollo de prebióticos, vacunas y nueva genética.
En la misma línea, Garmendia remarcó que desde que Manzur asumió como gobernador, la Secretaría de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Tucumán busca trabajar de manera tal que “la ciencia, la técnica, y el desarrollo científico y tecnológico se correspondan al desarrollo humano, a la calidad de vida, y a las posibilidades económicas para la provincia y la región”.
Garmendia forma parte del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología, del que participan todos los secretarios y ministros de Ciencia y Tecnología de la Argentina. Desde ese lugar, dijo que el país necesita “construir un sistema científico-tecnológico que nos incluya a todos”, es decir que “no puede reducirse sólo a las expresiones del CONICET o de las universidades, sino que tiene que ser parte de la vida diaria”.
En esa línea, contó que un estudio presentado el año pasado por el Ministerio de Educación y el CONICET mostró la brecha existente entre los científicos y los alumnos de secundaria. Según Garmendia, eso lleva a que los estudiantes se sigan inclinando por las carreras más tradicionales a la hora de continuar su educación en la universidad. “Hay que construir una política pública que nos permita, a largo plazo, ir cambiando como sociedad”, afirmó.
En ese sentido, sostuvo que hay que visualizar qué es lo que se puede hacer para que el conocimiento llegue a toda la población. En este aspecto, presentó como alternativas la construcción de distritos tecnológicos o de mesas comunes de trabajo.
Asimismo, señaló que en Tucumán se logró un gran empuje del sector de software, lo que les permite discutir políticas de ciencia y tecnología entre el CONICET, las universidades y las empresas del sector científico-tecnológico.
Además, Garmendia destacó que “el limón es el único producto argentino que es formador de precio a nivel internacional”, a la vez que indicó que lograr ser formadores de precio en un rubro marca que es un sector económico que va hacia adelante.
Por otro lado, se refirió a la necesidad de federalizar la ciencia, ya que “el 50% del presupuesto de la Agencia de Ciencia y Tecnología de la Nación se invierte en Buenos Aires”. Y añadió: “Tenemos un país rico, con un montón de recursos, y no logramos entender que los mismos tienen que estructurarse y derramarse en todo el territorio”.
En la misma línea, subrayó que la Argentina “tiene que aprender a capitalizar tecnología y herramientas de otros países para poder avanzar”.
Por último, remarcó que Tucumán fue la única provincia argentina en la que no aumentó el nivel de desempleo, sino que, al contrario, se logró disminuir. Para ello, Garmendia expresó que se apoyan fuertemente en el sector agroempresarial, ya que éste puede ayudar a transformar la realidad.
“Apuntamos a la educación de calidad, con herramientas nuevas, logrando que toda la calidad de nuestra gente se manifieste en el mediano plazo”, concluyó.