Para que la Argentina logre transformarse en el supermercado del mundo se requiere una gran inversión para adaptar la oferta de alimentos a la demanda de los consumidores a nivel mundial, que cada vez son más exigentes.
La industria de alimentos y bebidas de nuestro país está compuesta por más de 14.500 empresas, varias de ellas multinacionales, que brindan 376.000 empleos directos. Actualmente, el sector constituye el 42% de la totalidad de las exportaciones y el 26% del PBI manufacturero, ocupando el onceavo puesto en el ranking mundial de exportadores netos del sector.
Carla Martín Bonito, directora ejecutiva de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), señaló que la Argentina es el séptimo productor mundial de alimentos, en tanto que afirmó que la industria de dicho sector es el motor principal de la economía del país.
En un contexto en que se estima que la población mundial aumentará a 9.700 millones para 2050, Martín Bonito sostuvo que “la industria tiene la responsabilidad y la capacidad de convertirse en un actor clave en el desarrollo de un sistema alimentario sostenible”.
En lo que respecta al grado de inversión en la industria en relación a la malnutrición, la ejecutiva indicó que es complicado medir la inversión vinculada a ese tema, aunque afirmó que la misma “contempla esa parte y responde a las demandas”.
El año pasado la inversión fue de US$2.169 millones, el mayor nivel desde el 2011, cuando tocó un pico de US$2.327 millones.