El NEA en llamas

a sequía y la cantidad de focos de incendios en el norte de Chaco y en Formosa provocan un desastre ambiental en el NEA. Productores de ambas provincias sufren pérdidas millonarias, con un ganado debilitado por la sequía y la falta de recursos forrajeros producto del avance del fuego sobre las pasturas.

Según el Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, los focos han golpeado considerablemente a las provincias del NEA, consumiendo pasturas, rastrojos de cultivos y bosques. Hasta el momento, Formosa lleva contabilizados cerca de 5.600 focos de calor, mientras que en Chaco se registraron 2.500.

“Como mínimo se han quemado entre 85.000 y 100.000 hectáreas de los focos surgidos los últimos dos días. Esto empezó en la zona de Las Breñas que fue uno de los primeros lugares donde hubo incendios. En este momento se está dando en la región centro, centro sur y norte de Chaco en los lugares más ganaderos, donde hay más cantidad de pastizales naturales o implantados”, precisa Marcos Viter, presidente de la Sociedad Rural de Pampa del Indio.

Chaco

En varias localidades del Chaco señalan la falta de reserva forrajera. Ante esta situación, los productores se organizan vía WhastApp para colaborar con alimentos para el ganado y facilitar las alertas de los campos incendiados.

“A estos campos no les queda nada de recursos forrajeros, se están agotando. Se está empezando a achicar la reserva de tres meses y vamos a tener seis meses graves porque no hay nada para darles de comer a los animales”, expresan.

Por su parte, René Luna, coordinador de operaciones del cuartel de bomberos voluntarios de Las Breñas, expresa la crítica situación que atraviesa la provincia. “Se han quemado muchas hectáreas entre la zona de Miraflores, el Gran Chaco y el Impenetrable, pero gracias a Dios no hemos lamentado la pérdida de vidas humanas. Hemos perdido la flora en su totalidad porque con la crisis hídrica queda destruida; la situación de Chaco es muy triste”.

Formosa

El 42% de los incendios forestales corresponden a Formosa, cuyo daño ambiental es enorme, tanto para la producción como para la fauna. “Es alarmante y esto va a afectar en los próximos años. Hay vacas que están en estado de desnutrición extrema, muriendo por esto; terneros que las madres están con muy poca leche. Hay una mortandad de mayores y menores animales; creo que andamos en un piso del 25% sobre un total de 2.000.000 de cabezas, aproximadamente. De acuerdo a los pronósticos que tenemos de acá a fin de año, las precipitaciones van a ser muy escasas o nulas, por lo que esto va a llevar a una mortalidad mayor a los porcentajes previstos”, señaló Roberto Consolani, dirigente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en Formosa.

Para las autoridades provinciales, bajo este contexto de emergencia, la producción de este año está muy comprometida. “Si esto se da hasta fin de año como está previsto, Formosa va a pasar a la categoría desastre, porque la afectación podría ser superior al 75% u 80% de daño económico en general, por todo lo que implica el ciclo productivo”, alerta el dirigente de CRA.