Llama Negra: un emprendimiento jujeño que consiguió las claves del éxito

ara Lino Andrés Casimiro, diseñador y administrador de Llama Negra, un emprendimiento ubicado en la localidad de Purmamarca (Jujuy), la primera clave que lleva al éxito es la perseverancia, “ya que los primeros años son duros para cualquier proyecto”.

En este sentido, Casimiro contó que el trabajo en Llama Negra es mucho más que un laburo de todos los días. “Es algo que nos da placer y que llevamos en nuestra esencia. Somos gente del norte que se siente conectada con la magia de los tejidos, sus colores, sus diseños y la historia que hay detrás de cada uno de ellos. Parte de nuestro éxito es la capacidad de transmitir la cultura de la región a través de los distintos tipos de tejidos. El respeto por la Pachamama y el hecho de mantener vivas muchas de las tradiciones y creencias del norte, son parte de la recepción positiva de nuestro trabajo”, remarcó.

Pero, ¿cuál es la estrategia que aplican para capitalizar los errores o fracasos? “Controlar la calidad de los productos es una de las estrategias que hacen posible la capitalización de los errores o fracasos”, afirmó. “En nuestro caso, al tratarse de productos elaborados en forma artesanal o semi-artesanal, la calidad es algo que no se debe descuidar”, aseguró.

En la misma línea, señaló que “el seguimiento y la innovación en los procesos mediante el uso correcto de materias primas naturales, ya sean de llama, oveja o una combinación entre ambas, son estrategias fundamentales al momento de posicionar nuestro producto en el mercado”.

Según manifestó Casimiro, en Llama Negra eligen presentar sus productos por colecciones, o en series de 3 a 5 unidades, elaboradas en distintos tipos de tramas y colores. Una vez presentados al público, se evalúa el potencial “para entender si podrían convertirse en productos “vaca lechera”, de crecimiento bajo pero sostenido, o estrella”.

“En función de los resultados, lanzamos una colección más amplia, de 5 a 10 unidades, en un plazo que puede variar entre los 30 y 60 días, según sea temporada alta o baja”, detalló.

Sin embargo, para que puedan ser vendidos en el mercado local, los productos deben ser coherentes con el slogan de tejidos naturales. Además, deben ser confeccionados con la familia de las lanas o fibras naturales de origen animal que se producen en la región del norte argentino.

Asimismo, otra de las condiciones para la venta de los productos es su identificación con la cultura ancestral que compone la historia de los tejidos naturales del norte.

En Llama Negra, la fidelidad de los clientes es fundamental para el crecimiento local y global. “Es por eso que ofrecemos un servicio de posventa que asiste a nuestros consumidores en el cuidado de sus productos”, afirmó el ejecutivo, a la vez que aseguró que “esa fidelidad es posible gracias la honestidad de los artesanos que elaboran los tejidos y de la gente de Purmamarca que ofrece identidad, calidad y diseño a todos aquellos que visitan el famoso Cerro de los Siete Colores”.