os campos se desvalorizan en plena pandemia. Según los datos de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), los valores descendieron entre un 15% y un 20% en comparación al año pasado. El debate sobre el valor real de un campo.
En medio de la crisis económica, la actividad inmobiliaria rural enfrenta inconvenientes para repuntar, con un bajo índice de actividad. Si bien existieron pequeños “guiños” por parte del Gobierno, iniciativas como el impuesto a la riqueza y los temores ante el avance sobre la propiedad privada en las últimas semanas perjudicaron la reactivación del sector.
Según Juan José Madero, presidente de CAIR, las operaciones se están realizando con valores hasta un 20% más bajos. Actualmente, el valor de una hectárea ronda los US$12.500 y US$13.000 en la zona núcleo del país.
Los inversores intentan hacer valer sus dólares, efectuando ofertas muy por debajo del valor requerido por sus propietarios. En este marco, la actividad inmobiliaria rural atraviesa una fase de total incertidumbre.