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e prevé que los estragos de fenómeno La Niña comiencen a disiparse a principios de 2021. Sin embargo, sus efectos permanecerán durante todo el verano y el clima recién regresará a la normalidad cuando empiece el otoño.
Así lo pronostica el meteorólogo Leonardo de Benedictis, quien explicó que si bien este fenómeno natural se origina por el enfriamiento del Pacífico central, genera una circulación distribuyendo humedad de forma diferenciada a todo el mundo. De esta manera, provoca precipitaciones por debajo de lo normal en nuestro país, el centro y sur de Brasil y el sur de EE.UU. y, a su vez, incrementa las lluvias en Sudáfrica y Australia.
Según el especialista, La Niña se hará sentir con fuerza este mes en los campos de granos finos estadounidenses, sobre todo en la parte sur del territorio, donde el pronóstico de lluvias es escaso. Las precipitaciones regresarían en enero, aunque con registros limitados por el invierno.
En tanto, Brasil, atraviesa sequías en la principal región agrícola. Allí, las lluvias podrían demorarse hasta adentrado diciembre. Si bien la humedad de los suelos será la adecuada para la soja, afrontarán dificultades con la implantación de cultivos tempranos.
Tanto para el corriente mes como para diciembre, el meteorólogo proyectó precipitaciones por debajo de lo normal para el norte de Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Misiones, Entre Ríos, Santa Fe, Santiago del Estero y Córdoba. No obstante, para el sur de Córdoba, San Luis, La Pampa y Mendoza los registros podrían estar por encima del promedio.
Para comienzos de 2021, La Niña comenzará a perder fuerza en el territorio, lo que normalizará el aporte de humedad para el NEA. Sin embargo, podrían continuar los registros limitados para el centro y norte de Santa Fe y Buenos Aires, el norte de Córdoba, Santiago del Estero y Chaco.
Para finalizar, comentó que es muy probable que el fenómeno meteorológico provoque eventos violentos para el verano, con grandes caudales de lluvia y largos períodos sin precipitaciones.
En cuanto a las temperaturas, pronosticó pocas olas de calor, pero sí picos altos y bajos en poco tiempo, lo que implica que el panorama será mejor para los cultivos tardíos que para los tempranos.
