oberto Cantoli y Gastón Luque son dos amigos que habían abierto un bar en Punta del Este. Cansados de ver cómo se desperdiciaba comida, adoptaron una filosofía vegana. No obstante, en Buenos Aires, no había variedad para su alimentación, por lo que decidieron encargar unas máquinas para producirla ellos mismos. Más allá del bar, no tenían experiencia en el rubro alimenticio: Cantoli venía del mundo financiero y Luque, de las relaciones públicas.
Sin embargo, eso no los detuvo para comenzar a producir leche de soja en 2016, que vendían en comercios del Barrio Chino. Así nació Felices Las Vacas, una empresa de productos lácteos alternativos en la que invirtieron US$22.000 de ahorros. “La demanda nos llevó a aumentar la producción, comprar máquinas nuevas, profesionalizarnos y contratar ingenieros en alimentos”, recordó Cantoli.
Actualmente, la empresa tiene una cartera de 40 productos, todos veganos y libres de gluten. Producen yogures con frutas y cereales, smoothies con probióticos, quesos semiduros y cremosos, y dulce de leche de almendras, entre otros.
“Nuestra idea es que todo lo que se puede consumir de una empresa láctea también lo pueda consumir un intolerante a la lactosa o un vegano”, destacan los emprendedores. Para ser una empresa vegana, explican que hay que cuidar que no haya explotación animal en los procesos y que ningún animal se vea afectado por la producción.
“Nuestra misión es desestigmatizar el veganismo como estilo de vida y darle al común de la gente productos ricos. Nuestro target no son solo los veganos, sino cualquier persona. Invito a que se saquen ese prejuicio”, amplía Cantoli.
Su producción, que ronda las 70.000 unidades mensuales, se consigue en dietéticas, almacenes y en Jumbo. Llegan a más de 600 puntos de venta a través de transportes refrigerados propios, ya que montaron en paralelo su empresa de distribución.
Destacan que, sin duda, el desafío más grande fue arrancar sin mucha información sobre el tema, sumado a lo difícil de dar con profesionales con experiencia en leches vegetales. “Nos encanta ver cómo está cambiando nuestra percepción con respecto a la alimentación, al cuidado de los animales y sus derechos, a la ecología, y cómo se está expandiendo el veganismo en el mundo. Nuestro aporte es claro y fundamental para convertirnos en el cambio que queremos ver. Somos Felices Las Vacas: somos alimentación consciente, respeto por los animales y amor por el mundo”, destacan a través de su sitio web.
1- Por un lado, mezclar la harina con el bicarbonato de sodio. Por el otro, la margarina con la leche, el azúcar, la sal y la esencia de vainilla.
2- Unir ambas preparaciones hasta que quede una pasta homogénea y dejar reposar en la heladera una hora.
3- Estirar en un molde y hornear durante 12 minutos a 180ºC o hasta que dore.
4- Una vez fría la base, colocarle el dulce de leche y bañarla con chocolate amargo derretido.