Para ser un líder positivo en tu empresa no basta con tener grandes aptitudes profesionales. Desde luego que éstas son importantes, pero no suficientes. A continuación, te contamos ocho cosas que no debés hacer si querés ser un buen líder.
Como jefe o líder de un equipo, tu función, además de dirigir, es promover la cooperación y el trabajo conjunto. Nunca excluyas a nadie del equipo, ni en los detalles más simples. Si planeás un almuerzo, por ejemplo, debés asegurarte de invitar a todos.
Como líder de un equipo, debés dar el ejemplo. Lo único que conseguís involucrándote en chismes es promover que los demás hagan lo mismo y se cree un ambiente hostil.
Aunque vos seas el responsable final de que las cosas salgan como deben, los miembros de tu equipo son quienes hacen que eso ocurra. No hay nada más contraproducente que un líder que se adjudica todo el mérito; por ello, es importante que los reconozcas cuando tienen un buen desempeño.
Aunque valores la dedicación de un trabajador en particular, el constante buen humor de otro, o incluso alguno se haya convertido en un gran amigo, todos merecen que los trates por igual, ya que lo único que lograrás demostrando una preferencia por alguien es desmotivar a los demás.
Salvo que el desempeño de otros líderes afecte directamente tu trabajo, es mejor que te mantengas al margen. A menos que la crítica sea constructiva, y la hagas cara a cara con quien corresponde, tu actitud demostrará inmadurez y prepotencia.
Que tengas confianza en el desenvolvimiento de los miembros de tu equipo no implica que debas desentenderte de los procesos. Un buen líder siempre debe estar al tanto de todo lo que sucede en su equipo.
Como cabeza de un equipo, sos el principal responsable de buscar nuevas herramientas y tecnologías que ayuden a mejorar el desempeño de los miembros y, por consecuencia, de la empresa.
Muchos líderes y jefes de empresas creen que ya han trabajado lo suficiente hasta llegar al lugar donde están hoy; por eso, piensan que es el turno de que otros hagan el trabajo duro por ellos. Sin embargo, si sos de los líderes que solo dan órdenes y no trabajan a la par de los demás, sería conveniente que te replantees cuál es la imagen que estás dando y qué clase de profesional querés ser.