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urante la recorrida a campo organizada por la Regional Pergamino-Colón de Aapresid, se intercambiaron información, ideas y prospectiva sobre sistemas de intensidad agrícola sustentables en siembra directa, siempre verde.
La Regional Pergamino-Colón de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), organizó el pasado viernes 20 de noviembre, una recorrida a campo para intercambiar información, ideas y prospectivas sobre sistemas de intensidad agrícola sustentables en siembra directa, siempre verde.
Fue en la estancia La Oración, ubicada en la zona de la localidad de Inés Indart, en el partido bonaerense de Salto.
“Evitar una labranza, simplificar una siembra y utilizar insumos, es lo que hoy predomina en nuestro país, ya que más del 90% de la superficie está en siembra directa”, expresó el ingeniero agrónomo César Belloso, propietario de La Oración y presidente de la regional Pergamino-Colón de Aapresid, en diálogo con este medio.
“Pero hay que lograr una mayor intensidad de cultivos, como los que pudimos observar a campo en La Oración, ocho cultivos diferentes a través del año, y donde en todos los lotes buscamos tener dos cultivos por año”, destacó.
Para Belloso, la intensidad agrícola es el objetivo para poder tener una mejora en la actividad biológica del suelo, que desencadena todos procesos virtuosos que llevan a una mayor productividad y sustentabilidad productiva.
Por su parte, el ingeniero agrónomo José Luis Tedesco, presidente de Aapresid, señaló que “quisimos dar a conocer a la comunidad en general la forma en la que trabajamos desde Aapresid para lograr no solo mayor productividad, sino también sustentabilidad”.
En ese sentido, manifestó que “mostramos un sistema con intensidad agrícola más complejo, saliendo de la ya tradicional simplificación en la que se encuentra inmersa la agricultura”.
Por lo tanto, Tedesco, remarcó que “estamos desandando ese camino, asumiendo toda la complejidad que tiene el sistema productivo, observando todo el ambiente y su biodiversidad”.
En definitiva, enfatizó que “es la visión de Aapresid de dejarle a las futuras generaciones un sistema agrícola mucho mejor, no solo a nivel productivo si no también sustentable, a través de la intensidad agrícola siempre verde”.
En esa línea de trabajo, desde hace un tiempo, Aapresid viene pregonando el modelo productivo de intensidad agrícola siempre verde, basado en la actividad biológica del suelo potenciada mediante la presencia de cultivos el mayor tiempo posible.
Esta concepción implica más plantas vivas todo el año; mejor mitigación del cambio climático y cuidado del medio ambiente.
De acuerdo a las investigaciones desarrolladas en estas experiencias, si este modelo productivo se desarrolla en el 10% de la superficie agrícola permitiría: mayor captura de carbono y menor cantidad de gases de efecto invernadero, que es el equivalente a sacar de circulación un millón y medio de autos.
Esta estrategia productiva lograría reducir a la mitad el uso de herbicidas y su consecuente reducción del impacto de uso de herbicidas en hasta un 60%. También lograría reducir el uso de fertilizantes químicos un 20% y redundaría en un aprovechamiento más eficiente del agua con una reducción del 40% las inundaciones.
El sistema productivo agricultura siempre verde puede ser la tercera revolución en manejo de explotaciones agrícolas que se instala como el nuevo paradigma de la siembra directa.
Durante la recorrida realizada por diferentes lotes de La Oración, se pudieron apreciar distintas combinaciones de cultivos, con el fin de observar como en todos los lotes productivos el suelo permanece siempre cubierto, apuntando a tener dos cultivos por año.
En la primera parada se mostró que cuando no se toman decisiones en el momento correcto, se puede producir erosión hídrica en el ambiente.
“El suelo tenía menos cobertura de la habitual, a pesar de estar bien manejado, y una lluvia fuerte provocó una cárcava, perdiéndose unos 2,5 centímetros de suelo, el cual se desarrolló durante miles de años de evolución”, lamentó Tedesco.
En la segunda parada de la recorrida, se observó un lote de vicia como cultivo de servicio, junto con maíz como cultivo de producción de granos.
“Se pudo ver como la vicia opera en el sistema fijando carbono y nitrógeno, mitigando y capturando la emisión de gases de efecto invernadero, e incrementando la fertilidad del suelo”, explicó el presidente de Aapresid. “Este es un círculo virtuoso que puede aprovechar el maíz”, destacó.
En la tercera parada fue un lote de centeno como cultivo de servicio, con soja como cultivo de producción de granos.
“El centeno tiene una gran capacidad natural para controlar malezas, debido a su rápido crecimiento inicial competitivo y su característica alelopática”, indicó Tedesco. “También aporta mucho carbono al sistema de producción”, apuntó.
Por último, en la cuarta parada, se mostró un lote con gran intensificación de cultivos, con maíz, vicia, centeno y nabo.
“El nabo genera una importante raíz pivotante que ayuda a estructurar muy bien el suelo”, informó el presidente de Aapresid.
“La consociación de diferentes especies promueve diferentes tipos de exudados en sus raíces con diferente estructura, promoviendo diferentes consociaciones de distintos microorganismos, de acuerdo al tipo de exudado radicular”, explicó.
El ABC Rural
