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Sabores venezolanos se adueñan de las calles de Buenos Aires

Con la gran cantidad de venezolanos radicados en la Argentina, llegaron las arepas, tequeños, cachapas y otras comidas que causan furor en los barrios porteños

Sabores venezolanos se adueñan de las calles de Buenos Aires
viernes 12 de junio de 2020
E

l colorido menú venezolano lleno de sabores, aromas y texturas copó las calles de Buenos Aires y causa furor entre los argentinos. Con la oleada de venezolanos que arribaron a nuestro país desde comienzos de 2017, lo que en algún momento fueron recetas algo exóticas, hoy se vuelven locales. Es común encontrar desde harina para arepas en los supermercados, queso “llanero” y chocolate venezolano en los kioscos, hasta locales que ofrecen esta aventura gourmet caribeña.

 

Tu Arepa

Sabrina Aguilera y José Enrique son un matrimonio venezolano que emigró a Buenos Aires en 2017. “La situación económica del país, sumada a una extrema crisis social nos obligó a dejar nuestra tierra”, cuenta Sabrina.

Con algunos ahorros, dos valijas y algunos contactos, decidieron emprender en el país. Así, montaron Tu Arepa en Barrio Norte (Agüero 1199), local al que definen como “un rinconcito de Venezuela en Buenos Aires”.

La arepa, un clásico venezolano que ya se adueñó de los corazones de los porteños, es el plato típico venezolano por excelencia. La clave está en su masa: una mezcla de harina de maíz blanco precocido y agua. La preparación es simple: primero se hacen a la plancha y, una vez cocidas, se las rellena de pollo desmechado, palta, carne, porotos negros, banana frita, huevos o lo que más te guste.

“Al principio los ingredientes no eran tan fáciles de conseguir. Con el boom creciente, el panorama es otro”, resalta Sabrina. “Cada vez más argentinos se enganchan con nuestros sabores. Ya tenemos clientes fieles”, reconoce.

Actualmente, venden arepas de carne, pollo mechado, reina pepiada (pollo desmechado, palta y mayonesa) y pabellón (banana, palta, porotos negro, queso, carne mechada).

 

Teques Listos

Daniel Mora y su mujer, Sofía Alarcón, volaron a la Argentina en 2014. “Teníamos un niño pequeño, Diego. En el momento que tomamos la decisión aún se podía vivir en Caracas, pero la verdad es que fuimos visionarios, porque todo empeoró. Investigué mucho antes de viajar. Sabía que la Argentina estaba abierta a la recepción de migrantes, y que podríamos rehacer nuestras vidas legalmente”, recordó Sofía.

Sin ahorros ni conocidos pero con ganas de un cambio, alquilaron un departamento en la ciudad, compraron una cama y una heladera. “No nos alcanzó para más. Por suerte, al mes conseguimos trabajo estable”, añadió.

En paralelo con su rutina, el matrimonio creó su proyecto: Teques Listos. “Siempre teníamos la añoranza de nuestros sabores. Notamos que aún había poca oferta gastronómica venezolana y nos animamos a empezar desde casa con una inversión inicial de 500 pesos”, contó.

Recientemente, se sumaron a este proyecto Víctor Mora y Gisela, los papás de Daniel.

Los tequeños, originarios de Los Teques, la capital de la provincia de Miranda (Venezuela), son infaltables en cada celebración venezolana. Son deditos de masa de trigo que envuelven trozos de queso. También se pueden combinar con otros ingredientes; los más aventurados les agregan hasta chocolate.

Después de dos o tres minutos de cocción en aceite, sale una docena de tequeños dorados, crocantes y frescos. “Se comen solos o acompañados por salsa alioli”, cuentan los cocineros.

 

Grulla Amarilla Cachaperia

“Cuenta la leyenda que el divino para de las cachapas atrajo el vuelo de la legendaria grulla”, dice el slogan de una de las pocas cachaperías que se instalaron en la Ciudad.

Ivanova Hidalgo se fue de Caracas a los 25 años para vivir una experiencia en el exterior, pero jamás volvió. “Quise probar en Buenos Aires y me enamoré de esta ciudad y de su gente”, cuenta la dueña de Grulla Amarilla, situada en el barrio de Colegiales (Juan Ramírez de Velasco 1493).

No vino sola, sino que lo hizo con su marido y su primer hijo. “Nos instalamos en Colegiales. Logramos rehacer nuestras vidas tanto en lo social como en lo laboral. Este país es un maravilla”, agrega.

En esa búsqueda de oportunidades, Ivanova, relacionada con el mundo de la cocina, se animó a crear sus recetas venezolanas para una feria gastronómica. “Me fui muy bien. Tímidamente armé mi catering que se transformó en un local propio plagado de clientes argentinos”, contó.

Las cachapas, que son crepes a base de maíz, constituyen un plato típico venezolano. “Son difíciles de hacer. Por eso, son pocos los lugares que las preparan. Hay que desgranar el maíz, pasarlo por la licuadora para luego cocinarlo en la plancha”, explicó la experta. Se rellenan con queso telita, carne desmechada o pollo.

Las costumbres venezolanas indican que se comen a cualquier hora del día. Adaptados a las tradiciones argentinas, Ivanova las vende para el almuerzo y la cena.

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