Pequeñas y medianas empresas comprometidas con el cuidado del medioambiente

Cada vez es más grande el número de compañías que, a nivel global, están optando por implementar formas de producción que sean más amigables con el medioambiente. Como las consecuencias del cambio climático son reales y ya están afectando de lleno en la calidad de vida de varias especies y ecosistemas, no es sorprendente que muchas empresas hayan decidido tomar cartas en el asunto y aportar su pequeño granito de arena.

Ivan Pavelic, CEO de Swahili –una firma fundada en 2015 que se dedica a fabricar accesorios a partir de lonas publicitarias y bolsas de alimento para mascotas recicladas–, asegura que anualmente se arrojan alrededor de ocho millones de toneladas de basura a mares y océanos.

El creador de la marca confirma que su meta es elaborar productos de alta durabilidad, resistentes, estéticamente bellos, que sean sustentables y generen un impacto social. El motivo se debe a que tuvo la oportunidad de conocer la realidad de algunos talleres textiles, donde observó que las condiciones de trabajo no son muy gratas. “Para nuestros empleados fue muy difícil adoptar el concepto de producir con basura. Esencialmente, nuestros productos están hechos de eso. Llevó un tiempo, hasta que vieron los resultados en los productos finales y en las ventas. El público aceptó el proyecto con los brazos abiertos”, relata.

VestiConsciente es una empresa que vende prendas y accesorios sustentables que provienen de talleres argentinos donde se aplican los principios del comercio justo. Según una de sus fundadoras, María Eugenia Santar, como a nivel global se gastan los recursos naturales de 1,7 planetas y solo restan once años calendario para revertir los efectos del cambio climático, hay que tomar medidas inmediatas. “Estamos en un momento bisagra a nivel social, donde el consumidor es cada vez más crítico y exigente”, apunta.

Santar confirma que creó la compañía luego de una serie de charlas que tuvo con distintos diseñadores y artesanos que le comentaron que no disponían de un espacio físico donde vender sus productos. “Creamos un lugar a donde nos gusta ir a comprar. Vamos contra la corriente de la industria, en donde impera la moda rápida”, agrega.

Una de las principales razones por la que las empresas están poniéndole la cara a la problemática es porque los clientes son cada vez más conscientes de que hay que tomar medidas para salvar el planeta.

“Las empresas deben adecuarse e implementar normas que protejan el medioambiente para no quedar fuera del mercado. Los consumidores responsables son el motor que impulsan estos cambios”, precisa Daniel Rodríguez, gerente de Regomax.

Regomax es una firma de reciclado de neumáticos que nació tras una ardua investigación sobre las consecuencias de los neumáticos fuera de uso en la problemática ambiental. “Dejamos de importar basura para reciclar y empezamos a reutilizar el reciclaje del país. Nos regimos por el principio de economía circular. Es un sistema de aprovechamiento de recursos que busca la reducción de los componentes, minimizando la producción, reutilizando y reciclando. El mundo empresarial está comprendiendo que la única manera de reducir costos y hacer viable una empresa en el tiempo es a partir de estos métodos”, puntualiza Rodríguez.

Uno de los mayores desafíos que afrontan está relacionado con la llegada de neumáticos al predio. Como reciben muy pocos, están realizando trabajos de concientización fuertes en los municipios para reducir la cantidad de neumáticos que se terminan mezclando con la basura urbana.

Las empresas están prestándole atención a su rol en la sociedad adoptando políticas de responsabilidad estratégicas frente a un mercado que le exige mayor compromiso con el cuidado del planeta. Desde la gerencia de Veneta Rosario, compañía líder en soluciones integrales de impresión que apuesta al cuidado del medioambiente, la diversidad y la inclusión social como modelo de desarrollo, señalan que es imposible negar que está surgiendo una nueva forma de hacer negocios donde la clave es gestionar los impactos de las operaciones sobre el espacio, las comunidades y la economía, generando valor agregado en base a la transparencia, la equidad y el respeto.

La firma, que propone un servicio orientado a la remanufactura de cartuchos, busca contribuir al cuidado del ecosistema ofreciendo una alternativa económica con la reutilización de tóners. “Nacimos bajo el lema Ecología, Economía y Calidad. Nos orientamos a brindar servicios sustentados en la triple creación de valor: social, ambiental y económico. La clave para consolidar la marca fue traducir en una idea de negocio rentable nuestros valores humanos, teniendo como norte la innovación, la calidad y el compromiso con los principios del desarrollo sostenible”, ratifican Fernándo Rodríguez, Rosanna Recchia y Mabel Schumilchuk, directores y fundadores de la pyme.

Asimismo, desde un comienzo Veneta Rosario planteó un equipo de trabajo integrado equitativamente por hombres y mujeres, que con el tiempo fue estableciendo alianzas con instituciones locales que les permitieron concretar acciones de inclusión socio-laboral con personas que tienen alguna discapacidad. Hoy, ese grupo representa un 6% del staff.

La consultora Rigou concluye que estas estrategias comerciales encuentran su fundamento en que las tendencias actuales de los mercados y los marcos regulatorios las hacen una opción elegible. “Es difícil llevar adelante con éxito un negocio en una sociedad que padece esta clase de problemas sociales y ambientales. No es sorprendente que muchas empresas escojan preocuparse por el planeta e implementar formas de producción más sustentables”, cierra María Rigou, directora de la firma y coordinadora estratégica de posgrado en Gestión de la Sustentabilidad de la Escuela de Negocios de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).