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El turismo ornitológico está en auge. Este tipo de turismo es una modalidad que tiene como motivación principal la observación, el disfrute de las aves y el conocimiento de sus hábitats. Si tu idea es viajar, te proponemos una opción ecoturística responsable, respetuosa con las especies y la conservación de los ecosistemas. A continuación, te mostramos las cinco especies más conocidas de la Argentina.
En el balneario El Cóndor se encuentra la mayor colonia de loros del mundo. Sus playas se extienden al pie de los acantilados que nacen al sur de la desembocadura del río Negro, cerca de las ciudades de Viedma y Carmen de Patagones. Se estima que esta especie cuenta con unos 35.000 nidos activos que son la atracción para turistas y aficionados de la fotografía.
Durante todo el día pueden avistarse las grandes bandadas que forman un espectáculo natural único. Para la preservación y protección de esta colonia, se está promoviendo la creación de un marco legal ante el avance de los cultivos en la región y un mayor tráfico sobre la Ruta 1 que bordea la costa rionegrina. Gracias a la acción de organizaciones protectoras y autoridades provinciales, ésta colonia va camino a convertirse en monumento natural provincial.
La selva misionera es uno de los ecosistemas con la mayor biodiversidad del planeta: cuenta con más de 450 especies de aves, miles de plantas y 80 de mamíferos. Misiones es la única provincia argentina donde se pueden observar cinco especies de tucanes juntas. Dentro del Parque Nacional Iguazú conviven: el tucán verde o “pecho rojo” (Ramphastos dicolorus), que es el más difícil de avistar debido a su tamaño (45 cm; el tucán grande (Rhamphastos toco), que es el más conocido y abundante de los cinco. Este último es llamativo por su gran tamaño (55 cm) y su pico amarillo intenso, que contrasta con el negro de las plumas. Las otras tres especies se conocen como arasarís: Arasarí fajado (Pteroglossus castanotis), Arasarí banana (Pteroglossus bailloni) y el Arasarí chico.
Bañado La Estrella es un humedal de 400 mil hectáreas, ubicado en el noroeste de la provincia de Formosa. Junto a la Ruta Provincial 28, un terraplén se convierte en el punto de observación perfecto para ver a poca distancia la concentración de fauna. Dentro de esta reserva natural habita la segunda ave más grande de América: el jabirú, que puede medir hasta 1,40 metros con alas que alcanzan una envergadura de hasta tres metros. Prima del marabú africano, esta ave pertenece a la familia de las cigüeñas y tiene el cuerpo blanco y el cuello, mientras que su cabeza y el pico negros. Se recomienda visitar el bañado a principios de la primavera y preferentemente por la tarde cuando las temperaturas son más clementes.
El Carpintero Gigante (Campephilus magellanicus) es el mayor carpintero de Sudamérica, y uno de los más grandes en todo el mundo. Esta ave habita exclusivamente en bosques maduros de Nothofagus, a lo largo de la cordillera de los Andes, en la Patagonia. El macho tiene la cabeza y la cresta rojas, mientras que la hembra es completamente negra con una pequeña mancha roja en la base del pico, y una cresta aún más marcada. Ambos tienen una zona blanca en las plumas remeras.
El carpintero de Tierra del Fuego es el más grande de todos –puede alcanzar un tamaño superior a los 35 cm– y son difíciles de fotografiar por la rapidez de sus movimientos.
Los macás –o zampullines– son aves acuáticas que suelen encontrarse en distintos rincones de la Argentina. De una temporada a otra nunca dejan los límites de Santa Cruz; en verano, viven en las lagunas de altura del Parque Nacional Patagonia –uno de los más jóvenes de Argentina– y en invierno, a lo largo de la costa atlántica. Por su escasa población y sus hábitats limitados a ciertas zonas, son muy difíciles de ver.
El macá tobiano está en peligro de extinción, quedando apenas 800 individuos. Se estima que su supervivencia se encuentra comprometida por la construcción de dos represas sobre el río Santa Cruz. Un equipo de especialistas y voluntarios, al que todos conocen en Santa Cruz como los “guardianes de colonias”, comenzaron a implementar medidas de acción directa para la preservación de esta especie.
Los pueblos más cercanos al Parque Nacional son Los Antiguos y Perito Moreno; ambos cuentan con servicios turísticos desde donde se puede hacer base para realizar trekkings y avistajes del macá tobiano.
