omo cocinero y como padre, siento la obligación de transmitir el compromiso de comer los vegetales cuando están en estación; que los chicos conozcan de dónde viene, cómo se siembra, quiénes lo cosechan, así como el trabajo y el valor que hay detrás de cada fruta que viene de la tierra”, cuenta Brañas.
“Elijo redondos, pero hay muchas variedades. El amarillo es casi como comer un durazno; cuando están punto, son tan dulces que a la salsa de tomate con ajo y oliva no hace falta agregarle azúcar”, explica el chef.
Ideal para compartir en casa, el chef recomienda el tomate asado. Si no están muy maduros, conviene pelarlos con un cuchillo, y si están más a punto, pasarlos unos segundos por agua hirviendo.
Guardar en el freezer la salsa en porciones y luego usarlas en pastas, pizzas, lasañas, sopas, milanesas, pescados y quesos.