Estudios demuestran que el consumo de queso es beneficioso para la salud cardiovascular

Ya ha sido demostrado por diversas investigaciones que el consumo abundante de sodio produce disfunción en los vasos sanguíneos. Sin embargo, esto se podría disminuir mediante el consumo de queso. En consecuencia, los riesgos provocados por la ingesta de sal podrían ser minimizados, balanceando una buena alimentación con gustos amigables al paladar.

Si bien el sodio en pequeñas dosis es un mineral esencial para el cuerpo humano, su consumo en exceso está asociado con factores de riesgos cardiovasculares como la alta presión. Por ese motivo, la Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo menor a 5.000 miligramos por día. Esto puede ser difícil para muchas personas, por lo que incorporar mayor cantidad de productos lácteos, como el queso, podría ser una alternativa estratégica para reducir el riesgo cardiovascular y mejorar la salud de los vasos.

La Universidad de Penn State llevó a cabo un estudio que demostró que cuando los adultos consumen una dieta alta en sodio, experimentan disfunción en los vasos sanguíneos; no obstante, cuando consumen cuatro porciones de queso por día, junto con la misma dieta alta en sodio, no experimentan este efecto.

Para la investigación se reclutaron once adultos sin presión sanguínea sensible a la sal. Cada uno siguió cuatro dietas separadas durante 8 días: una baja en sodio sin lácteos, una baja en sodio con alto consumo de queso, una alta en sodio sin lácteos, y una alta en sodio con alto consumo de queso.

Al terminar la semana, los participantes volvieron al laboratorio. Los investigadores les insertaron fibras debajo de la piel y les aplicaron pequeñas cantidades de la droga acetilcolina, un compuesto que hace que los vasos sanguíneos se relajen. Al examinar como reaccionaban los vasos sanguíneos de cada participante a la droga, los investigadores fueron capaces de medir el funcionamiento de los mismos. Después de una semana con la dieta alta en sodio sin queso, los vasos sanguíneos de los participantes no respondieron tan bien a la acetilcolina y tuvieron más dificultades para relajarse, comportamiento típico en alguien con riesgo cardiovascular avanzado. Esto, sin embargo, no fue observado en las dietas altas en sodio con consumo de queso.

En consecuencia, habría una conexión entre los productos lácteos –incluidos los quesos altos en sodio– y las mejoras en la salud del corazón: las personas que consumen el número recomendado de porciones de lácteos cada día suelen tener una presión sanguínea más baja y mejor salud cardiovascular en general.

Los investigadores no pueden estar seguros de que los efectos son causados por un nutriente específico del queso, pero los datos sugieren que los antioxidantes del queso contribuyen notablemente.