a fragaria, comúnmente llamada frutilla es una fruta que proviene de una planta herbácea de la familia Rosaceae. Es un alimento que posee un gusto muy dulce y por eso es una de las frutas más ricas y elegidas alrededor del mundo. Los que apuestan por una alimentación saludable, consumen las frutillas en ensaladas de fruta, licuados o incluso solas. Comprar este producto en una verdulería no es nada barato y por eso, los verdaderos fanáticos de esta fruta investigan cómo germinar semillas de frutilla para tener su propio cultivo.
Aprender cómo germinar semillas de frutilla no es nada difícil. Además, tampoco se necesita mucho espacio: se puede realizar directamente en la cocina con un recipiente de unos 10 cm de profundidad y un buen sustrato para semilleros que se puede adquirir en cualquier vivero cercano.
Cada uno de los puntitos presentes en la piel de la fresa son semillas y, cada una de ellas, es completamente germinable. Retirarlas de la fruta no es nada fácil y por eso se recomienda dejar secar algunas frutillas sobre papel de cocina algunas horas, para luego sacarlas sin que se rompan.
En caso de que este método resulte algo engorroso, también se puede simplemente pelar la fruta y sembrar la piel con semillas en la tierra.
Los pasos para realizar el proceso de germinación son los siguientes:
1- Con un cuchillo bien filoso hay que cortar delicadamente la piel de la frutilla que contiene las semillas a germinar.
2- Luego, hay que dividir la piel en diversos pedazos y colocarlos en una maceta previamente preparada con tierra bien nutrida y fértil. En el caso de utilizar semillas compradas o deshidratadas manualmente se recomienda remojarlas 4 horas antes de sembrarlas para que estén hidratadas.
3- El siguiente paso es tapar las semillas con un poco de tierra y regarlas.
4- Por último, es aconsejable cubrir la maceta con papel film y realizarle agujeros para que pueda salir la humedad. La misma debe estar ubicada en un lugar del hogar que le permita recibir luminosidad pero que no le dé el sol directamente.
El proceso de germinación puede demorar entre 2 a 6 semanas. Mucho más tiempo que otro tipo de semillas, por lo que hay que tener paciencia y cuidarla continuamente con un riego medido.
Una vez que las semillas le dieron paso a las raíces y al follaje, es tiempo de realizar la siembra. Hay que asegurarse de que la frutilla tenga espacio para crecer, por lo que no hay que trasplantarlas en un espacio pequeño. Se recomienda:
Es importante elegir para la planta una ubicación de semisombra, de ser posible sin luz directa en las horas de mayor incidencia. Esto se debe a que la frutilla necesita mucha humedad para crecer. Por eso, se recomienda en temporada de primavera y verano regar la siembra dos o más veces al día, hasta que la parte superior de la tierra quede bien hidratada.
Por lo general, las frutillas están listas para cosechar desde finales de la primavera hasta otoño. Un elemento visual que es de gran ayuda para comprender cuándo la frutilla está lista es que se torna completamente roja. De hecho, su color indica que ya se puede consumir con tal solo cortar el tallo y lavar el fruto.
La frutilla posee múltiples propiedades que son favorables para el cuerpo humano. Entre ellas se destaca:
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