Con los impuestos que paga la actividad agropecuaria se podrían realizar obras de infraestructura, apoyar a la población en situación de indigencia o renovar todas las escuelas del país. Así lo estableció la Sociedad Rural Argentina (SRA) en su informe anual.
El trabajo del Instituto de Estudios Económicos de la SRA indicó que el año pasado el campo aportó US$11.500 millones entre derechos de exportación y otros tributos nacionales, provinciales y locales, es decir, en impuestos.
Sin embargo, con el equivalente a esa suma, el Gobierno podría invertir en: asfaltar 10.000 kilómetros de rutas; construir 13.000 escuelas; llevar adelante dos años de inversión para desarrollar Vaca Muerta, una obra como Yacyretá, dos obras similares a la ampliación del canal de Panamá o impulsar casi dos planes de forestación al año (dos millones de hectáreas de bosques cultivados y la construcción de dos plantas de celulosa).
Según el informe: “Se podría pagar durante tres años una canasta básica de alimentes y obra social para cada una de las personas en situación de calle de los grandes aglomerados urbanos del país”.
No obstante, para la entidad rural, esa suma equivale al valor de 150.000 camiones cargados con soja.
A modo de conclusión, el reporte señaló: “Viendo todos estos números solo cabe pensar que la pobreza, el hambre, la falta de infraestructura y la baja disponibilidad de recursos para modernizar el país, no es por falta de recursos del Estado, si no por una gran falla de instrumentación de las políticas públicas utilizadas. No es un problema de recursos, es un problema de mala asignación”.