Buenos Aires: Nilus y el Mercado Central firmaron un acuerdo para el rescate de alimentos

La ONG Nilus, que promueve la alimentación saludable para personas de bajos ingresos a través del rescate de comida, firmó un acuerdo con el Mercado Central de Buenos Aires para combatir el hambre y reducir la cantidad de desperdicios de la industria, destinando alimentos que no se consumen a comedores y servicios comunitarios.

Según se estima, en Buenos Aires se pueden producir alimentos para abastecer a más de 300 millones de personas. La provincia representa el 50% de la agroindustria del país, por lo que desde Nilus aseguran que el pacto beneficiará a miles de habitantes que actualmente sufren las consecuencias de la crisis económica. Como parte del plan, cada semana se rescatan y envían mil kilos de frutas y verduras a nueve comedores de Villa Itatí (Quilmes).

En este contexto, el Ministerio de Agroindustria bonaerense, por medio de la Dirección de Nuevos Proyectos y Oportunidades Provinciales, le puso un marco al convenio de cooperación, con el objetivo de implementar un cambio que realmente marque la diferencia.

“Desde que comenzó nuestra gestión en el Mercado Central, entendimos que había muchos alimentos por recuperar, con diferentes características entre sí. De esta manera, iniciamos este trabajo de logística con Nilus, porque su colaboración es indispensable para cumplir nuestra meta. También descubrimos que la comida debe salir de la corporación en condiciones de ser consumida, por lo cual, trabajamos en consecuencia, haciendo las remodelaciones necesarias para garantizar que eso suceda. Este convenio viene a cerrar un propósito social para nosotros, ya que nos aseguramos de que el alimento esté en óptimas condiciones, mientras que Nilus se encarga de la distribución”, planteó el presidente del Mercado Central de Buenos Aires, Belisario Álvarez de Toledo.

A partir de este acuerdo, se facilitará la aplicación de tecnologías digitales a la operatoria del Mercado, estimulando la donación de productos sanos que salen del circuito comercial a comedores y establecimientos comunitarios.

El jefe de Unidad de Coordinación de Relaciones Institucionales del Mercado Central bonaerense, Horacio Esteban, anticipó el mecanismo con el que la institución aportará la infraestructura necesaria para construir este sistema de distribución y comercialización de alimentos perecederos. “El año pasado entregamos casi 2.600.000 kilos de frutas y hortalizas. La cantidad que donamos es muy variada: se distribuyen bolsas de papas, zapallos, cebollas, bananas, manzanas, limones, espinacas o lechugas, dependiendo la época del año”, indicó.

Sobre la operatoria, el licenciado confió que se separan las frutas y verduras que no tienen aptitud comercial, pero sí de consumo. El proceso sigue cuando el consignatario llama al servicio de control de calidad para sacar de oferta cierta mercadería; en tanto que luego un inspector la observa y llena un formulario que se le brinda al operador para retirar una cantidad de la misma. Este último será quien le avise a la institución comunitaria de la disponibilidad de los insumos. “Un camión del Mercado Central detecta los puntos de encuentro para cargar la mercadería, que llevamos a un espacio dedicado al armado de la donación que se repartirá entre los distintos comedores comunitarios de la provincia. Además de Nilus, trabajamos con entidades como el Banco Nacional y la ONG Plato Lleno”, comentó Esteban.

El Mercado Central también se encarga del control de agroquímicos y pesticidas, cuando parte del cuerpo oficial de inspectores recorre las instalaciones para sacar muestras al azar para el análisis.

A lo largo de todo el proceso, Nilus aplica una tecnología de geolocalización para simplificar la distribución de las donaciones. Para esto, cuenta con una plataforma digital que los conecta con la mayoría de los comedores de Buenos Aires. “Es un sistema de logística y distribución novedoso, sobre todo por el costo de los fletes de los comedores. Se trata de una triangulación entre el operador que dona, el comedor que recibe y el flete que se ofrece a llevar la mercadería a un costo inferior”, indicó Esteban.

El director de Relaciones Institucionales de Nilus, Alejandro Bautista, señaló que el objetivo es brindar una solución de mercado económicamente sustentable, que ataque de lleno la problemática relacionada con el desperdicio de alimentos. “En la Argentina, Nilus trabaja en alianza con los Bancos de Alimentos de Rosario y Mar del Plata, donde se testeó la tecnología de aplicación y se facilitó el rescate de más de 350 mil kilos de alimentos. Como modelo de economía colaborativa, con la geolocalización, se pueden conectar en tiempo real a los donantes de alimentos”, reparó.

La aplicación que se emplea se llama “Crowdsourcing”; esta consiste en una plataforma de colaboración, que funciona como medio para que productores, hoteles o restaurantes informen sobre la disponibilidad de alimentos para donar. Nilus organiza la logística correspondiente, a través de su red de choferes habilitados, con los que se llega a las diversas instituciones sociales.

“Según nuestros cálculos, el 85% de las personas padece sub-alimentación. Esto es algo que se podría revertir utilizando productos rescatados. Acá intervienen tres partes muy significativas: los donantes; los intermediarios como el Banco de Alimentos, Caritas o el Mercado Central; y los comedores comunitarios. Todos están conectados entre sí”, relató Bautista.

Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) difundió un análisis donde establece que el 34% de la comida que se produce en Latinoamérica se desperdicia aún estando en perfecto estado. Esto equivale a 127 millones de toneladas de alimento por año, en una región en donde más de 42 millones de personas padecen hambre.

“Parte de este problema se podría erradicar recuperando la comida que sale del circuito comercial. Es un orgullo enrome que el Mercado Central de Buenos Aires y el Ministerio de Agroindustria de la Provincia hayan depositado su confianza en nosotros para fortalecer su compromiso con la alimentación de personas de bajos ingresos. Celebramos la apuesta por la tecnología y el transporte profesional como forma de darle sostenibilidad y escala a esta actividad que es tan importante y genera fuentes de trabajo valiosas para los choferes”, concluyó Ady Beitler, presidente de Nilus.