a pandemia de coronavirus ha obligado al sector turístico a reinventarse por completo y jugársela para mantenerse a flote. En este contexto, y ante la demanda de paseos más personalizados y con distanciamiento, los hoteles han ido un paso más allá de solo brindar la mejor atención dentro de sus instalaciones.
Siguiendo esta línea, la empresa francesa Belmond extendió su flota de lanchas de alquiler. Sus siete barcos transportan diariamente entre cuatro y doce pasajeros a distintos destinos.
Por otro lado, en Las Ventanas al Paraíso Rosewood Resort, en México, los comensales hacen los trámites de inmigración directamente en la propiedad y evitan el congestionamiento en el aeropuerto de San José del Cabo.
Asimismo, Palmaïa - la Casa de Aïa, también situada en México, ofrece la posibilidad de reservar un piso completo, además de traslados privados desde el aeropuerto internacional de Cancún.
Finalmente, en el Washington School House Hotel, en Utah (EE.UU.), se puede reservar las doce habitaciones del resort y tener la propiedad a merced.
Sin duda, la nueva normalidad ha marcado comportamientos que probablemente permanezcan en el tiempo, y a los que al sector no le queda otra que adaptarse para salir a flote.