Sabe la Tierra, sustentable para el ambiente y para el bolsillo

Sabe la Tierra nació hace casi una década con la idea de acercar a los consumidores una alimentación saludable a partir de pequeños emprendedores a los que se les abre una alternativa para visibilizar y canalizar sus productos. Prioriza un estilo de vida en el que se consume menos y de manera más responsable, apoya el comercio justo y da espacio a pequeños productores y proyectos sociales. De este modo, busca ser un puente entre productores y consumidores y crear una cultura sustentable basada en la confianza, la transparencia, el bien común y el medio ambiente.

Obra de Angie Ferrazzini, el formato original fue el de un mercado callejero. El primero de los ocho que hay en funcionamiento entre provincia y ciudad de Buenos Aires se emplazó en San Fernando. Algunos son fijos y otros itinerantes, pero todos tienen un mismo concepto: el de kilómetro cero, que busca que sea mínima la distancia entre el lugar de producción y el encuentro con el consumidor. Ferrazzini valora el formato que dio origen a esta experiencia, ya que dice que permite establecer un vínculo entre los pequeños productores y los consumidores, rescatando la relación humana más allá de la compra-venta.

La ONG Sabe la Tierra, además de desarrollar talleres de huerta, tender una mano al pequeño productor y buscar generar mercados agroecológicos, estableció en Necochea un espacio gastronómico que es “puro sello local”. En él, se ofrecen desde productos frescos hasta manufacturas con toque gourmet, con una particularidad: son todas de la región –verduras de las quintas próximas, carnes y cereales de campos cercanos, harina, miel o frutas de la zona–. “Se puede desayunar, almorzar o merendar a partir de una carta que solo acepta materias primas de la región”, aclara Ferrazzini. Además, es un punto de encuentro para los productores, ya que una vez por mes coinciden en una suerte de mercado donde los consumidores pueden tomar contacto entre ellos.

“También se brindan charlas en colegios para que prenda entre los chicos la semilla de la producción local. El municipio se involucra y acerca a productores que cuadran con la idea”, cuenta Ferrazzini. De este modo, acceden a capacitaciones para mejorar las materias primas y buscarle los mejores canales de venta. Solo en Necochea hay más de 50 emprendedores involucrados en el proyecto.

Evidentemente, apostar a productos 100% locales tiene un impacto positivo, tanto a nivel sustentable como económico. Sabe la Tierra es un claro ejemplo de esto, que sigue en expansión: por un lado, próximamente abrirá un nuevo espacio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en la Estación Federal con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación; por el otro, a dos años de la creación de la tienda necochense, el gobierno municipal acaba de autorizar la apertura en Necochea de un mercado similar a los que funcionan en la ciudad de Buenos Aires y distritos del norte bonaerense, el primero de la red en el interior del país.