Soja: ROSARIO
$250.500 0.20%
Maíz: ROSARIO
$158.000 1.94%
Trigo: ROSARIO
$197.500 2.33%
n un marco de desarrollo rural sustentable es necesario generar información y desarrollar tecnologías que contribuyan al diseño de políticas públicas y privadas de uso de la tierra, teniendo en cuenta las tres dimensiones de la sustentabilidad para armonizar intereses económicos, sociales, y ambientales. El proceso de ocupación y uso del territorio se debe ajustar al bienestar social para las sociedades que viven en él; además de asegurar, que este uso y este bienestar, sean sustentables en el tiempo, más allá de las generaciones presentes. El concepto de territorio engloba varias dimensiones: locacional, ambiental, económica y social. El territorio es el producto de sus componentes físicos (clima, suelos, relieve), biológicos (flora, fauna), socioeconómicos y culturales (usos y actividades de los pobladores). El sistema territorial entonces está definido por el uso que se le da a un sitio geográfico específico. Esta relación uso-sitio determina un estado o condición particular de los recursos que a su vez condiciona la calidad de vida de la población.
El territorio está constituido por la dimensión social (población), la productiva (competitividad) y la ambiental (oferta de recursos naturales de cada territorio). Por lo tanto, existen diversas situaciones geográficas de acuerdo a como interaccionan estas dimensiones. Además, existen factores externos que inciden sobre la sustentabilidad rural como, por ejemplo: políticas públicas, macro-microeconomía y la variabilidad climática.
El Ordenamiento Territorial es una política de estado que requiere de consensos y sirve para guiar el uso y ocupación del territorio no exclusivamente por las leyes del mercado sino teniendo en cuenta las potencialidades y limitaciones del territorio, así como las necesidades de la población. Es un proceso de planificación técnico y político mediante el cual se genera información y se organiza para el diseño de políticas públicas y privadas del uso de la tierra, orientadas a armonizar intereses económicos, sociales, ambientales y culturales en el marco del desarrollo sustentable.
La parte política determina los objetivos, dirime los conflictos de intereses y toma las decisiones para el diseño de planes y normativas.
El sector técnico asegura que los planes sean factibles, facilitando la mayor cantidad de antecedentes que se deben considerar en el proceso de toma de decisiones del uso de la tierra. Con este propósito el INTA se encuentra abocado a la evaluación de la aptitud de tierras utilizando unidades básicas de análisis que incluyen información de la calidad de sitio natural y variables socioeconómicas.
El proceso de evaluación de tierras consiste en comparar sus cualidades incluyendo características climáticas, de suelo, económicas, sociales con los requerimientos de los cultivos o tipos de uso de tierras tenidos en cuenta en la evaluación.
La evaluación de tierras parte de la premisa de que “cada porción de tierra varía en sus características físicas y humanas y esta variación afecta los usos de las tierras”.
Además, teniendo en cuenta que el Ordenamiento Territorial es un proceso que se construye de forma democrática y participativa se requiere de la formación de consensos entre distintos sectores.
Por lo tanto, el ordenamiento territorial no significa expropiación de la tierra o reforma agraria. El propósito fundamental del ordenamiento y la planificación del espacio rural es que cada zona sea usada de tal manera que contemple las necesidades actuales y futuras de la población rural fortaleciendo y garantizando la calidad de vida.
La participación de diversos sectores como: productores y asociaciones, agro-industria, turismo, ONGs, autoridades de gobierno, sector científico y técnico es necesaria para establecer estrategias concertadas de ordenamiento del espacio rural. Esto ayudará a la integración de las políticas de Estado con los proyectos locales propuestos por los actores del territorio. En otras palabras, el modelo negociado de ordenamiento del espacio rural tiende a la convergencia del enfoque de las políticas públicas para el O.T. y las acciones de desarrollo rural surgidos de los productores y grupos de interés.
Con este propósito se realizarán talleres territoriales en el ámbito rural con el apoyo de las agencias de extensión del INTA
Los problemas territoriales, tradicionalmente tratados de forma sectorial, son considerados desde una visión integradora (económica, ambiental y social) y participativa considerando, además, situaciones a futuro a fin de poder anticiparse a lo que sucederá y de esta forma disminuir riesgos.
La dinámica generada por el proceso de globalización y ajuste estructural de las últimas décadas en la Argentina ha tenido efectos variados tanto positivos como negativos. Entre los últimos se evidencia un cambio significativo respecto de las estructuras productivas que como consecuencia de la apertura de los mercados se fueron adecuando a demandas contemporáneas y también una considerable ruptura social expresada en la ampliación de la brecha entre indicadores de la calidad de vida de los habitantes ricos y pobres del país.
Esta situación provocó a nivel territorial el agravamiento de problemas preexistentes manifestándose un aumento en los niveles de deterioro y desigualdad distributiva entre las diferentes regiones del país.
El Gobierno Nacional ha expresado su interés en revertir esta situación. En este marco el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios a través de la Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública ha puesto en marcha la Política Nacional de Desarrollo y Ordenamiento Territorial.
El objetivo principal de esta política es que la ordenación del territorio sea el eje del proceso de transformación del país en el escenario global por medio de la integración regional y la inserción internacional de la Argentina.
La metodología de trabajo para la implementación de la Política y Estrategia Nacional de Desarrollo y Ordenamiento Territorial se basa en tres ejes: Sistema de Información y Asistencia al Desarrollo, Plan Estratégico Territorial (PET) y Marco Legal y Normativo.
Esta política de estado establece la construcción de un modelo deseado de país (PET) acentuando ejes de integración y desarrollo. Se basa en un esquema de conectividad, equidad y productividad con una fuerte y decidida política de inversión en infraestructura como motor de la economía pensado para garantizar un desarrollo equilibrado, integrado y sustentable en el mediano y largo plazo.
Documento de divulgación INTA
