Crean el Consejo Agroindustrial Argentino para reactivar la economía

onsejo Agroindustrial Argentino (CAA) es el nombre que más de 40 entidades de la agroindustria le otorgaron al plan que elaboraron en conjunto para lograr un proyecto de ley que genere un aumento del 53% en las exportaciones de la actividad. Así lo informó el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y coordinador de la CAA, José Martins.

Se trata de un plan que las entidades de la agroindustria que representan a la producción, el comercio, la industria y la exportación ensamblaron con la finalidad de que se otorgue estabilidad fiscal por diez años y, de esa manera, se puedan aumentar las exportaciones en todos los rubros. La intención, según sus impulsores, es crear no menos de 700.000 puestos de trabajo en todo el país y desconcentrar las grandes urbes.

De acuerdo con Martins, se mantuvieron reuniones virtuales con los ministros de Agricultura, Luis Basterra; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; y de Transporte, Mario Meoni; y con los gobernadores de Santa Fe y de Entre Ríos, Omar Perotti y Gustavo Bordet, respectivamente. Además, participaron Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC); Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA); Miguel Acevedo, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA); y Diego Coatz, director ejecutivo de la entidad fabril, entre otros.

“Tuvimos muy buena recepción”, señaló Martins, quien aseguró que también recibieron el respaldo del gremio de trabajadores rurales (Uatre). Además, dijo que tienen pendiente un encuentro con el ministro de Economía, Martín Guzmán, que no pudo recibirlos por estar ocupado con la negociación por la deuda externa.

¿Cuál es la propuesta de ley?

La propuesta prevé crear un marco de estabilidad fiscal y financiera por diez años entre 2020 y 2030, con la formación de una Mesa Nacional Exportadora, con herramientas de política institucional, relaciones internacionales, impositivas, financieras y técnicas con efectos fiscales neutros.

Las cámaras de la agroindustria, por ejemplo, tienen elaborado un documento, llamado “Estrategia de Reactivación Agroindustrial Exportadora Inclusiva, Sustentable y Federal”, con el cual apuntan a aumentar de US$65.000 millones a US$100.000 millones las exportaciones totales.

Esto se completa con un plan nacional de fomento de la inversión, otro para fomentar las exportaciones, y un régimen de promoción de la inversión en el sector que contemple un plan canje integral dirigido a la adquisición de maquinarias y tecnologías de procesamiento. El programa también habla de establecer un plan de garantías financieras para las inversiones y las exportaciones.

Entre otras cosas, también se prevé una devolución de los derechos de exportación en el caso de un incremento de las ventas al exterior. Además, se impulsarán reintegros y/o reembolso de impuestos y tasas para todas las mercaderías de exportación para consumo.

Con este plan, estiman que para 2025 aumentarían en US$16.000 millones las exportaciones y se generaría un movimiento económico de US$31.000 millones. Además, podría haber 210.000 empleos adicionales en los sectores del agro y 700.000 en el total de la economía. En orden de importancia, se prevén 110.380 empleos nuevos en cereales, oleaginosas y forrajeras, 15.164 más en carne vacuna y 10.570 en legumbres.

La UIA, por su parte, también tiene sus propuestas para consensuar con el sector de la agroindustria. Una de ellas es no agregar nuevos impuestos y tasas y reprogramar vencimientos impositivos. En cuanto a los planes para la reactivación, señala los incentivos fiscales, una amortización acelerada e incentivos diferenciales para la creación de empleo, entre otros.

Los industriales de la UIA también piensan crear una mesa nacional para la promoción de las exportaciones, readecuar derechos y reintegros a las exportaciones y un compre nacional en planes de infraestructura, además de una política crediticia.

Los detalles del plan ya lo conocen varios ministros del Gobierno y llegó a oídos del presidente Alberto Fernández, que está necesitado de insumos para enfrentar la profunda crisis económica que atraviesa el país. También lo conocen gobernadores como el de Santa Fe, Omar Perotti, y el jefe de la cámara de Diputados, Sergio Massa, quien lo tomó para convertirlo en un proyecto de ley.

En este sector del arco oficialista, el plan fue bien recibido, según comentan sus impulsores. No obstante, en la cadena quieren convencer también a la oposición, ya que buscan el mayor consenso posible. En otras palabras, en la agroindustria están convencidos de que pueden abarcar a los dos polos que hoy separan al espectro político argentino y avanzar en la recuperación de la economía.