Zapatos frutales by Piñatex

n los últimos años, los consumidores de la moda han demostrado un creciente interés en la sustentabilidad, exigiéndoles a las empresas prendas más amigables con el ambiente.

En este contexto, la marca de calzados Piñatex, pionera en el uso de textiles ecológicos, creó una alternativa al cuero a partir de las hojas de piña que es furor en todo el mundo. Con la ciencia como aliada, la industria textil, responsable de emitir 1.700 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, se abre a la exploración de nuevos materiales.

La innovación

Piñatex ofrece una opción menos contaminante al cuero, probando que la sustentabilidad a gran escala es posible. La diseñadora española Carmen Hijosa, fundadora de la marca, desarrolló una tela no tejida elaborada con hojas de ananá. De esta manera, la marca logró crear un material vegano y ecológico con una apariencia única.

Del ananá al zapato

Luego de la cosecha del ananá en Filipinas, se recolecta la corona de la planta y a partir de ella se extraen fibras con una textura similar al hilo. Luego, se secan al sol o en un horno –dependiendo del clima–, y se las somete a un proceso de purificación con un ácido poliláctico derivado del trigo. Así se crea Piñafelt, una malla no tejida que es la base de Piñatex y que se exporta a España.

Las hojas del ananá son un subproducto de la industria alimentaria, que de otra manera acabarían incinerándose, emitiendo dióxido de carbono, o descomponiéndose. Al ser la tercera fruta tropical más consumida en el mundo, el volumen de desechos y, por lo tanto, de materia prima, es enorme.

El proceso finaliza en España, donde se le agregan pigmentos naturales y se le otorga a esta suerte de malla una capa protectora que le brinda más resistencia y durabilidad. Esta capa está hecha de poliuretano, un sintético que viene a ser la “pata floja” del proceso que hace que el textil no sea biodegradable y, por lo tanto, no del todo ecológico. Sin embargo, según explican desde Ananas Anam –empresa encargada de la fabricación–, es un proceso en constante mejora. Actualmente, el textil se compone en un 72% de hoja de ananá, en un 18% de ácido poliláctico y en un 10% de poliuretano.

Popularidad

Macarena Algorta, coordinadora del Departamento de Atención al Cliente de Ananas Anam, cuenta que una de las grandes metas de la compañía es abarcar cada vez más industrias y popularizar este material como alternativa al cuero. “Hay cada vez más interés por parte de las marcas. La sustentabilidad ya está siendo una exigencia. Se están creando departamentos dedicados a eso en las principales marcas globales, lo que los lleva a investigar nuevos materiales”, explica.

Actualmente, grandes marcas en México, Colombia, Argentina y Brasil preparan colecciones que incluyen Piñatex. Todo parece indicar que la ropa comienza a concebirse de otra manera, donde el plástico y el cuero van dejando lugar a las camperas de algas, las blusas de naranja y los zapatos de piña.