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a mayoría de los agricultores australianos están listos para un año rentable con el repunte de la sequía que superará el coronavirus y las tensiones comerciales con China.
El informe anual de perspectivas de agronegocios de Rabobank publicado el viernes encontró que los altos precios de las materias primas, el buen clima y las bajas tasas de interés respaldarán las ganancias financieras.
Una temporada generalmente rentable pondrá en marcha la recuperación de una sequía grave y posicionará a la agricultura para luchar contra los vientos en contra, incluida la pandemia, y reducir la dependencia de China.
El autor principal del informe, Tim Hunt, dijo que la demanda mundial de alimentos y otros productos agrícolas se mantuvo sorprendentemente firme a pesar del entorno turbulento en todo el mundo.
"En un entorno global actual marcado por la pandemia, las tensiones políticas y las guerras comerciales, la demanda de alimentos y productos agrícolas se ha mantenido inesperadamente fuerte", dijo Hunt.
El informe encontró que el sector se está viendo afectado a nivel mundial por la pandemia y los cierres de asociaciones.
La turbulencia también está siendo causada por el surgimiento de Estados Unidos de la tumultuosa presidencia de Donald Trump y las continuas guerras comerciales.
"La intervención en el mercado ha vuelto a estar de moda, y los países exportadores de cereales reconsideran las cuotas de exportación y los impuestos mientras se preocupan por la seguridad alimentaria, mientras que en otros lugares las huelgas en los puertos han obstaculizado los flujos comerciales", dice el informe.
Pero el clima se ha vuelto a favor de los agricultores de Australia, y Rabobank declaró que la madre naturaleza le había dado al país una mano ganadora.
Las lluvias superiores al promedio del año pasado establecieron una fuerte cosecha de invierno, lo que aumentó significativamente el almacenamiento en la cuenca Murray-Darling y la alta humedad para abrir este año.
"Esto está mejorando los ingresos agrícolas en general, impulsando los piensos cultivados localmente y respaldando mejores asignaciones de agua para los regantes", dijo Hunt.
El ciclo climático de La Niña también ha hecho que gran parte de los EE. UU., América Latina y Europa del Este se sequen de manera inusual, lo que ha ayudado a elevar los precios y ajustar los mercados internacionales.
Los agricultores australianos ingresan a 2021 con las exportaciones de cebada, vino y madera a China efectivamente bloqueadas, mientras que las barreras informales limitan el algodón y las langostas.
El informe encontró que los envíos de noviembre a China cayeron un 33 por ciento por debajo del año anterior.
Hunt dijo que muchos productos todavía fluían a China con $ 800 millones enviados a China en noviembre y datos preliminares que muestran fuertes exportaciones de trigo en diciembre.
"El 2021 probablemente marcará un año decisivo, en el que Australia comience a reducir su dependencia de China, de forma voluntaria o no", dijo.
La reducción de la dependencia de la agricultura australiana en el mercado chino se destaca como una de las tres principales transiciones del sector en 2021.
La recuperación pandémica y la adaptación a un mercado que busca cada vez más productos sostenibles también serán desafíos clave.
El informe también advierte sobre una transición delicada a medida que los gobiernos retiran las medidas de apoyo al coronavirus que han apuntalado la demanda de alimentos y fibra.
"Si esto se estropea, podríamos ver fácilmente que la demanda de alimentos y productos agrícolas se suaviza durante esta transición", dijo Hunt.
Dijo que los cambios en la agricultura a través de un mayor enfoque en la mitigación del cambio climático podrían ser la transición más significativa que enfrenta el sector.
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