Los Fernández apuntan a China

El próximo gobierno se prepara para concretar una alianza estratégica e integral con China. Para la nueva gestión, se trata de una gran oportunidad que le permitirá encarar las restricciones financieras y reposicionar a la Argentina en un contexto de crisis y endeudamiento.

Para las autoridades electas, apelar a desembolsos chinos implicaría una vía de escape ante las presiones y políticas pro-mercado del Fondo Monetario Internacional (FMI). En este sentido, durante las últimas semanas se ha iniciado una primera fase de acercamiento entre ambos países, en la que los futuros funcionarios manifestaron sus intenciones para con el país asiático. El primero en hacerlo fue el presidente electo, Alberto Fernández, quien hizo pública su intención de avanzar en el desarrollo de la cuarta central nuclear con China, lo que implicaría el ingreso de U$S10.000 millones.

Asimismo, el exministro de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana, viajó al Instituto de Estudios Internacionales de Shangai (SIIS). “En China hay mucha expectativa por el nuevo gobierno y en las diferentes conversaciones demuestran mucho entusiasmo en fortalecer las relaciones comerciales con nuestro país y la región”, afirmó el excanciller.

Las señales son muchas y no son casuales. Durante la gestión de la futura vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner, se sucedieron los mayores desembolsos de China al país durante el período 2010-2014. El país asiático destinó U$S14.000 millones para proyectos en el sistema ferroviario y en las represas hidroeléctricas de Santa Cruz a través del Banco de Desarrollo Chino.

Según fuentes cercanas al gobierno electo, en términos de política internacional, la Argentina deberá mantener un prudente equilibrio entre Estados Unidos, China y Rusia, otra potencia emergente de gran peso en el nuevo orden global.