Proyectan sumar 400 hectáreas más a la producción de almendras para 2022

endoza es la principal provincia productora de almendras del país, con dos mil hectáreas cultivadas de las 2.700 que existen a nivel nacional. En los últimos dos años, la superficie creció un 11% y los productores han manifestado su intención de seguir ampliando su cultivo. Para 2022, la provincia contaría con 400 hectáreas más.

No obstante, apenas se abastece un 30% del mercado interno de la Argentina, y si bien se han empezado a implantar nuevas variedades, las heladas y el ataque de las aves siguen siendo cuestiones no resueltas.

Valeria Bonomo gerencia un proyecto de 40 hectáreas en Barrancas (Maipú) desde 2011. De ellas, diez ya están en producción, mientras las 30 restantes solo tienen tres años de edad. Para este emprendimiento eligieron variedades españolas, de cáscara dura, para reducir el riesgo de heladas, aunque con una de ellas debieron realizar injertos porque no se adaptó.

La ingeniera agrónoma comentó que eligieron asentarse en Barrancas, en donde tienen vecinos que también están plantando almendros, porque hay una buena combinación entre precio de la tierra y el menor riesgo de heladas, además de buen drenaje, lo que también reduce la probabilidad de aparición de plagas y enfermedades.

En la misma línea, dijo que tienen previsto ampliar la superficie implantada con este fruto y empezar a tecnificar en la medida en que puedan acceder a financiamiento. Según indicó, hay pocas máquinas disponibles en el país y se deben buscar afuera, así como también hay baja disponibilidad de plantas de pelado y acondicionamiento del producto final.

Asimismo, como uno de los costos más importantes de la producción es el de la energía eléctrica para riego, han implementado un sistema por goteo, ya que los almendros consumen mucha agua. Además, están instalando paneles solares para abastecer los pozos.

Manuel Viera, coordinador de la Asociación de Frutos Secos de Mendoza e integrante del área de Vinculación Tecnológica y Socio Productiva de la UNCuyo, destacó que Mendoza es la principal productora de almendras del país en términos de superficie cultivada. Así, mientras en todo el territorio nacional hay 2.734 hectáreas implantadas, 2.085 de ellas se encuentran en esta provincia. Le siguen, en orden de importancia, San Juan, con 357 hectáreas, y Río Negro, con 145 hectáreas.

Martín Zanetti, de Vivero Productora, explicó que las primeras plantaciones de almendros en el país eran de variedades provenientes de Estados Unidos, como Nonpareil, Merced, Ruby o Thompson, que tienen una floración temprana. Así, se alcanzaron las casi 3 mil hectáreas en el país, pero periódicamente había pérdidas importantes por heladas.

En el 2000 aparece una nueva variedad de España, y a partir de 2005 empiezan a llegar otras –Marianda, Vayro, Mardía– desarrolladas por centros de investigación españoles, que son extra tardías.

Zanetti, quien es representante de estas últimas en el país, resaltó que ofrecen mucha más seguridad agroclimática y representan una alternativa de mayor rentabilidad. Es que, al ser de cáscara dura, sufren menos el ataque de pájaros, hormigas y hongos.

Asimismo, generan producciones superiores a los 1.500 kilos de almendras peladas por hectárea. De todos modos, planteó que asesoran al agricultor sobre cuál es la variedad más conveniente según la zona.

En este sentido, Viera señaló que hay zonas en las que las heladas se producen cuando las variedades tempranas ya cuajaron y, por el contrario, se ven afectadas las de floración tardía. De ahí que haya que buscar la variedad con menor probabilidad de pérdidas de acuerdo a la zona en que se implantará.

Desde la Asociación de Frutos Secos de Mendoza están promoviendo la realización de un estudio de zonificación a nivel provincial para todos los frutales, en los que se pueda conocer qué especies y variedades son las más adecuadas para las condiciones agroecológicas de cada lugar, así como también la disponibilidad de infraestructura de procesamiento y mano de obra.

Exportaciones

Viera explicó que es difícil para los productores locales insertarse en el mercado internacional, ya que la competitividad es mucho menor a la de Estados Unidos, por lo que es casi imposible competir con precio.

Por su parte, Zanetti detalló que la Argentina tiene un consumo anual de almendras equivalente a una producción de 7.000 hectáreas, cuando solo hay 2.700 implantadas. Por ello, considera que primero se debe abastecer el mercado interno para sustituir importaciones con productos locales.