Prevenir la disminución de insectos significa tomar medidas inmediatas

n un consejo sin precedentes y recomendaciones asociadas, la academia francesa de ciencias  publicó una alerta  sobre la pérdida de biodiversidad de insectos. El declive, descrito y analizado cada vez con mayor detalle en trabajos de investigación, es una seria amenaza para la sociedad humana. En respuesta a esta emergencia, el mundo científico en su conjunto ahora está unido para llamar a la acción.

Philippe Grandcolas: 1 Esta es la primera vez que la academia de ciencias se pronuncia sobre la crisis de la biodiversidad y reconoce su gravedad. Así que este es de hecho un momento decisivo. Hasta ahora, la alarma la habían hecho sonar principalmente organismos directamente relacionados con las disciplinas científicas interesadas, a saber, la ecología y las ciencias ambientales. A pesar de toda nuestra experiencia, paradójicamente, se sospechaba que exageramos la importancia de nuestro campo de investigación. Ahora, sin embargo, este consejo oficial muestra que, con base en los datos disponibles, toda la comunidad científica, desde las ciencias ambientales hasta las diversas ramas de la biología, está de acuerdo en que el declive de los insectos es una realidad. 

Y, sin embargo, el consejo de la Academia no proporciona una sola cifra o porcentaje que pueda resumir el alcance de este colapso. Entonces, ¿de qué manera es realmente global?

PG: Lo primero que hay que recordar es que hay más de un millón de tipos diferentes de insectos, que constituyen el 80% de todas las especies animales. Por lo tanto, es imposible en esta etapa monitorear con precisión los cambios en la población de cada tipo y, por lo tanto, es difícil trazar las tendencias globales promedio. Sin embargo, en los últimos veinte años, las observaciones de campo en todo el mundo han mostrado indiscutiblemente una marcada disminución en el número. La situación es extremadamente preocupante en todas partes. En Europa y América del Norte, por ejemplo, las colonias que incluyen muchos polinizadores como las abejas silvestres y las mariposas están en fuerte declive en las tierras agrícolas mixtas. La espectacular desaparición de insectos muertos, como mosquitos, abejorros y polillas, en los parabrisas de los automóviles en Europa no es un mito: ¡incluso se ha medido y se ha descubierto que ha disminuido hasta en un 80% en algunas regiones!

En cuanto a las especies que pasan más tiempo en el suelo, los datos sobre escarabajos, por ejemplo, muestran lamentablemente la misma tendencia. También sabemos que la superficie de los humedales del mundo se ha reducido en un 85% desde la Revolución Industrial. Por tanto, es lógico que un gran número de insectos acuáticos como las libélulas se hayan visto afectados negativamente por la destrucción de su hábitat natural.

¿Hay regiones más afectadas que otras? 

PG:  En el estado actual del conocimiento, no tenemos forma de determinar si un área en particular se ha visto más afectada que otra. Pero obviamente existen diferencias regionales, dependiendo especialmente de la actividad humana y su intensidad.

¿Qué está causando la disminución de insectos? 

PG: Este colapso poblacional es un fenómeno complejo, debido a cuatro factores principales: la destrucción de los ambientes naturales, la contaminación, el impacto del cambio climático y la introducción de especies exóticas, facilitada por la globalización del comercio. En cuanto a la transformación de los fondos terrestres, es decir, la desaparición de bosques naturales, humedales y pastizales, no hay que olvidar que más de 40 millones de hectáreas de bosques han sido arrasadas en todo el mundo en los últimos veinte años, lo que es más que el área de Alemania! Las plantaciones de árboles, a menudo restringidas a una sola especie o incluso a un solo clon, con maleza y suelos muy simplificados, no son suficientes para restaurar la diversidad de los ecosistemas que se están perdiendo. La variedad de hábitats en el campo también debe protegerse. La generalizada, El uso irracional de plaguicidas es la segunda causa del colapso de las poblaciones de insectos en y cerca de las tierras agrícolas. La exención otorgada recientemente por el gobierno francés que permite a los productores de remolacha azucarera usar neonicotinoides es extremadamente desafortunada a este respecto.

También cabe señalar que estos factores no tienen el mismo impacto de una región a otra. Por ejemplo, la deforestación masiva afecta a la Amazonia más que a los bosques europeos, mientras que importantes incendios forestales relacionados con el cambio climático, como los que azotaron Australia recientemente, solo afectan a zonas geográficas muy específicas.

Causado por la actividad humana, el declive plantea cuestiones éticas, pero en  su informe  también señala las amenazas que este apocalipsis de los insectos representa para la humanidad. ¿Podrías resumirlos? 

PG:  Los primeros efectos ya se están sintiendo en la agricultura. La mayoría de los cultivos tienen que ser polinizados, e incluso los que no lo hacen, como la colza, pueden presentar rendimientos mucho más bajos sin polinizadores.

Si bien nuestras técnicas de producción nos permiten contrarrestar el declive de estas especies, es muy probable que a medio plazo el colapso de este servicio gratuito llegue a un punto más allá del cual será difícil superarlo. Polinizar a mano, que a veces es necesario en ciertas regiones, o con drones, es en el mejor de los casos un desafío abrumador, y en el peor, una absurda pérdida de dinero.

La disminución del número de escarabajos, como los escarabajos peloteros y los comedores de madera, también significa que se recicla menos materia orgánica. Además, los insectos son un eslabón en las cadenas alimentarias. Por lo tanto, su desaparición pone en riesgo a todos los animales insectívoros, especialmente a las aves, lo que podría provocar una caída en picado de la densidad de población. La consiguiente cascada de efectos podría resultar en trastornos en los ecosistemas, cuya extensión y gravedad son difíciles de predecir.

No obstante, ha estimado que la degradación de estos "servicios naturales" cuesta varios cientos de miles de millones de euros en todo el mundo. ¿No existe el riesgo de que este enfoque reduzca la importancia de los insectos a un mero valor de mercado? 

PG: Estas cifras son fundamentales para mostrar la colosal extensión de los servicios naturales prestados. Sin embargo, esto obviamente no debería ocultar el hecho de que los insectos, con 400 millones de años de evolución a sus espaldas, tienen un valor ético intrínseco. También me gustaría destacar su valor de opción: ¿cuántos descubrimientos cruciales o roles aún desconocidos podrán proporcionar los millones de especies en el futuro? ¿Y cuántos de ellos desaparecerán antes de que tengamos la oportunidad de descubrir sus beneficios? Dicho de otra manera, nuestra ignorancia actual no debería llevarnos a poner en peligro los recursos y las oportunidades ambientales del mañana. Este concepto podría servir para convencer a quienes solo están interesados ??en el valor monetario de un servicio de ecosistema disponible de inmediato.

¿Qué se puede hacer con este descenso? 

PG: En primer lugar, es urgente reducir significativamente el uso de plaguicidas en la agricultura. No se trata de estigmatizar a nadie, sino de emprender acciones inmediatas para acelerar la transición hacia estrategias menos dependientes de los productos químicos y, sobre todo, más racionales que rociar todo indiscriminadamente con sustancias persistentes. Tanto los agricultores como las autoridades públicas pueden beneficiarse a partir de ahora de la investigación en agroecología. Además, los hábitats naturales y su diversidad deben protegerse en la medida de lo posible de la expansión continua de las tierras agrícolas para cultivos y ganado en todo el mundo. Estas son medidas tangibles que el público en general ya puede comenzar a impulsar. Deben ir de la mano de la acción global para combatir el cambio climático y la introducción de especies exóticas.

Para apoyar e impulsar tales iniciativas, el público deberá poder basarse en datos científicos aún más completos y detallados… 

PG: Esa es también una de nuestras recomendaciones. Es fundamental intensificar los programas de seguimiento de las poblaciones de insectos. Todavía nos falta información sobre la situación exacta en muchos de los ecosistemas del planeta. Hasta cierto punto, esto quedó ilustrado por la reciente controversia sobre el primer metaanálisis, publicado el año pasado en la revista Science. Este estudio exhaustivo de los datos publicados durante los últimos veinte años señaló tendencias contradictorias, algunas de las cuales resultaron sorprendentemente tranquilizadoras. De hecho, el informe adolecía de graves sesgos metodológicos, como la mezcla de datos naturales y experimentales, errores estadísticos, etc. También reveló la naturaleza dispar y aún fragmentaria de las encuestas actuales.

Por lo tanto, existe una necesidad imperiosa de fomentar los esfuerzos de investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías como la secuenciación del ADN ambiental para monitorear la evolución de las poblaciones de insectos, así como utilizar las colecciones de los museos para determinar puntos históricos de comparación. Estas técnicas podrían eventualmente facilitar el monitoreo de colonias en una amplia gama de ecosistemas a lo largo del tiempo. La ciencia debe aprovechar plenamente esta oportunidad crucial y abordar los problemas sociales relacionados con la biodiversidad.

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