Crece el descontento por el alza en las retenciones

Luego de que el fin de semana el presidente Alberto Fernández anunciara por decreto un alza en las retenciones al campo, grupos de productores agropecuarios de distintas zonas del país se movilizaron para hacer notar su descontento. Pese a que aún no expresaron si tomarán o no medidas de fuerza, el aumento del 30% para la soja, el 12% para el trigo y el maíz, y el 9% para la carne –entre otros productos-, originó un malestar generalizado entre los principales representantes del sector.

En Santa Fe, en Armstrong en el cruce de las Rutas 9 y 178, se realizó una asamblea de entre 500 y 700 personas. Además, hubo reuniones en San Justo y Venado Tuerto. Por su parte, en Entre Ríos los productores estuvieron en Crespo, mientras que en Buenos Aires hicieron lo propio en Junín y Mercedes.

En el marco de estas asambleas, los productores evaluaron la situación actual sin llegar a tomar medidas específicas como cortes de rutas o movilizaciones. En este sentido, aguardarán por los resultados del encuentro de la Mesa de Enlace, que reunirá a representantes de la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Federación Agraria Argentina (FAA). De todas formas, hay quienes exigieron que se tomen decisiones a la brevedad. Por ejemplo, en Junín determinaron que si el Gobierno no acude a las entidades del agro para negociar, se le pedirá a la Mesa de Enlace un paro de quince días.

Para hacerle frente al problema, Fernández solicitó que el campo haga un esfuerzo, ya que –según él-, los derechos de exportación solamente fueron actualizados. “Lo que estamos haciendo es dejar en pie las retenciones que puso (Mauricio) Macri. No estamos aumentando ninguna retención”, expresó.

En Crespo (Entre Ríos), a cuarenta kilómetros de Paraná, un centenar de productores se juntó en la rotonda de ingreso a la ciudad para dejar en evidencia su malestar ante los cambios en las retenciones. Quienes mantienen las posiciones más críticas, afirmaron que “el campo no tolerará ningún aumento”.

“Venimos a expresar nuestro malestar por la ampliación del porcentaje de las retenciones, porque es un impuesto al que produce y no al que gana. Es injusto que haya un impuesto del 30% por producir alimentos”, indicó Mariela Gallinger, productora y presidenta de la filial Crespo de la FAA.

La convocatoria se realizó a través de redes sociales bajo el título de “Mateada entrerriana en defensa del trabajo rural”. No obstante, el encuentro no fue del todo amistoso, ya que hubo muchísima tensión entre los concurrentes. “Acá estamos, casi peleándonos entre productores pequeños y medianos por culpa de cómo se ríen de nosotros una vez más. El presidente, los legisladores, los jueces y los sindicatos también deberían hacer su aporte solidario para luchar contra el hambre aportando el 30% de sus haberes”, descargó Gallinger.

Elvio Guía, director de la Federación Agraria de Entre Ríos y vicepresidente de la entidad a nivel nacional, se lamentó por el hecho de que nuevamente se adopten viejas tácticas políticas en detrimento del sector, ya que “la modificación de los derechos de exportación, más allá de los números y porcentajes, se realizó sin consenso y diálogo”. “Sabemos la situación social que vivimos. El Gobierno nos pide esfuerzo y creo que todos estamos dispuestos a hacerlo. Cuando digo todos, me refiero a trabajadores, pymes, sector agropecuario y no a la política y menos aún a los jueces, que ni siquiera pagan Ganancias”, advirtió.

El senador entrerriano representante de Cambiemos, Alfredo De Angeli, también reveló su malestar vía Twitter, anunciando que fue un mal comienzo de la nueva política agropecuaria. A su vez, desde su lugar en la Comisión de Enlace y como presidente de la SRA, Daniel Pelegrina divulgó que van a llamar a una reunión para evaluar distintas posiciones.

Cabe destacar que hoy por la mañana en el Parque 9 de Julio (San Miguel de Tucumán), productores de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) se reunirán para debatir y discutir acciones a tomar.

Asimismo, un comunicado de la Sociedad Rural de Rosario rechazó el incremento alegando que la rentabilidad rural sería mínima. “La utilidad está afectada por la caída de los precios internacionales, el clima y los costos internos argentinos que castigan a toda la producción del interior. Los datos oficiales demuestran que el sector no maneja el precio final de los alimentos que consumimos. La parte que recibe el productor primario es solo entre el 4% y 15% del valor que paga cada familia”, informó.

Según estiman el costo que significarían las nuevas alícuotas para el sector ascendería a 1.800 millones de dólares.

Córdoba también se quejó

El campo cordobés estimó que aportará aproximadamente 300 millones de dólares más por la actualización en el sistema de retenciones, en tanto que el Gobierno provincial anunció que renunciaría a los recursos, debido a que el impuesto no es distribuible. En el último mes, cuando ya se venía hablando de que iba a haber un alza en las retenciones, el gobernador, Juan Schiaretti, llamó a “defender al campo”.

Córdoba es una provincia que mantiene distancia con las políticas kirchneristas desde el conflicto que mantuvo con el campo en 2008. En aquel entonces, Schiaretti apoyó al sector en las protestas contra las retenciones móviles impuestas por la resolución 125. Asimismo, durante la campaña no apoyó al candidato justicialista, Alberto Fernández y en el marco de su asunción apenas lo saludó.

“Aumentar las retenciones no es el camino. El verdadero desarrollo de la Argentina se hace con otra estructura fomentando las inversiones del sector, que es el verdadero motor de la economía argentina”, advirtió Luis Magliano, presidente de la Sociedad Rural de Jesús María.

Según Magliano, las pérdidas para el sector serían enormes, ya que la producción agropecuaria debe afrontar gastos en personal y soportar las condiciones adversas del clima. “¿El nuevo gobierno tendrá en cuenta esto o solo se empeñará en decretar medidas que nos impidan producir?”, alegó.

De la concentración de productores autoconvocados en Armostrong (Santa Fe) participaron varios representantes del sudeste cordobés, una de las zonas más productivas de la pampa húmeda. David Tonello, titular de la Rural de Río Cuarto, ratificó su malestar ante la normativa porque “le pone un pie al sector productivo”.

Asimismo, Sebastián Quiroga, vocero del movimiento Campo más Ciudad indicó que las retenciones no deberían existir. Con sus palabras, apuntó a los métodos con los cuales la nueva gestión busca imponer –sin consenso y diálogo- sus nuevas medidas. “Fue un impuesto creado a partir de una coyuntura y quedó in eternum. Es distorsivo, genera retracción y la Nación lo usa para hacer caja porque no coparticipa”, insistió.

Cabe destacar que un trabajo del economista Marcelo Capello del Ireal estimó que si las retenciones volvieran a pesar en el Producto Bruto Interno (PBI) al igual que en 2015, la provincia perdería 1936,6 millones de pesos en coparticipación de ganancias. Además, con la suba, se pagarían más impuestos provinciales como Ingresos Brutos y Sellos.