Recomendaciones para propagar aloe vera

a planta de aloe vera es conocida por ser una fuente inagotable de salud con infinitos usos: se puede emplear para refrescar quemaduras solares o como ingrediente a la hora de preparar licuados para calmar afecciones en el intestino. Debido a que la especie está cargada de propiedades y beneficios, muchos eligen cultivarla en su propio hogar siguiendo métodos de propagación muy sencillos de replicar. Para tener aloe vera en casa, solo es necesario contar un recipiente apto y un poco de tierra.

El gerente del invernadero de Reynolda Gardens (Carolina del Norte, Estados Unidos), Hayden Shuping, explica que la planta –también denominada sábila, acíbar o áloe de Barbados– es tierna y está formada por una roseta de hojas largas, delgadas y carnosas, forradas con dientes suaves y espinosos a lo largo de sus bordes.

Una vez que las hojas son cortadas, es posible hallar en su interior una sustancia similar a un gel que numerosos expertos en salud utilizan para confeccionar todo tipo de preparados, desde tratamientos de belleza hasta recetas culinarias. Esta pulpa posee un compuesto amargo y amarillento llamado aloína, muy usado por sus propiedades antiinflamatorias. Antes de incorporar la planta en cualquier fórmula, es preciso interiorizarse acerca de su modo correcto de consumo, ya que hay partes de la suculenta que pueden ser tóxicas para el organismo.

Schuping describe que una de las mejores estrategias para propagar la especie es eliminando suavemente las plantas que empiezan a crecer en la base del aloe madre. Dicho esto, se debe desmontar cada parte y dividir cuidadosamente la suculenta en individuos, asegurándose de no romper las raíces más jóvenes.

El siguiente paso será colocar las plantas jóvenes en macetas de buen tamaño de manera individual o en grupos pequeños para que el aloe tenga una apariencia más hermética. La directora financiera y experta en especies tropicales de PlantOGram, Vicky Popat, asegura que trabajar con crías y retoños permite que la reproducción se desarrolle de forma más fácil y rápida, aunque la actividad también puede llevarse adelante con esquejes.

Esta última práctica debe hacerse a partir de un corte limpio en hojas maduras. Luego, habrá que esperar un par de días a que la herida se seque. Si el ejemplar empieza a pudrirse o descomponerse, tendrá que ser eliminado. En cambio, si se seca con éxito y comienza a formar una costra, puede colocarse en suelo húmedo y esperar a que arraigue.

Las plantas han de propagarse de manera abarrotada, debido a que los brotes tenderán a crecer continuamente desde la base madre de un aloe sano, mientras que el hacinamiento dentro de una maceta no es lo más adecuado para su salud. Al cortar hojas grandes, es posible generar nuevos pimpollos con más espacio y luz para su crecimiento, sin dividir toda la sábila.

Shuping recomienda usar tierra con buen drenaje y dejar que seque entre riegos. En este sentido, aclara que el aloe crece naturalmente en ambientes áridos, aunque puede pudrirse rápido si el suelo está demasiado saturado. De esta manera, aconseja el empleo de superficies mezcladas. También sugiere incorporar arena gruesa o de pollo, roca de lava, perlita u otros agregados tamizados disponibles en el mercado para facilitar la práctica.