Microorganismos que potencian el rendimiento de plantas y suelos

lo largo de una charla TED, el fundador de ECOBAF, Pascal Ascencio, contó cómo logró mejorar el rendimiento de diferentes cultivos en Perú, sin alterar su valor nutricional ni recurrir al uso de pesticidas. Ahora, planea expandir sus conocimientos en el resto del mundo con el fin de que todos se interioricen acerca de los beneficios de la interacción entre diversas bacterias. Su modelo, llamado sistema biodinámico, aumenta el crecimiento de las plantas y la fertilidad del suelo.

Un estudio del Banco Mundial evidenció que cerca del 33% de la tierra cultivable en el planeta se encuentra moderadamente degradada. Esto se debe a que entre 1960 y 1980 se produjeron varias modificaciones a la hora de producir alimentos en miras a erradicar el hambre y la desnutrición.

Así, se desarrollaron diferentes tecnologías, fertilizantes, plaguicidas y prácticas agrícolas que incrementaron exponencialmente el rendimiento de los cultivos, aunque a costa de importantes consecuencias sobre el medioambiente.

Si bien dichos plaguicidas y fertilizantes ayudaban a eliminar todo aquello que enfermaba a las plantas, también suprimían elementos de gran valor como aquellos organismos vivos que se encargaban de mantener la salud del suelo y la tierra.

Preocupado ante este escenario, Ascencio contó que trabaja desde hace cuatro años con el objetivo de comprender los distintos problemas asociados a la degradación del suelo que afectan la agricultura. En dicho rubro encontró un universo fascinante, donde quedó encantado por la interacción entre bacterias.

En una de sus clases de Microbiología en la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica, llevó adelante experimentos con hongos a fin de entender su crecimiento y desarrollo a nivel laboratorio. Se mezclaron muestras de suelo de diferentes cultivos (maíz, uva y cítricos) con un poco de agua destilada y se vertieron sobre unas pequeñas placas que contenían un gel con nutrientes.

Tras un par de días, el experimento comenzó a dar frutos, formando colonias de microorganismos. Con el paso del tiempo, estos hongos y bacterias empezaron a cambiar de forma, presentando un aspecto rugoso o liso. Entre todos, creció uno que a Ascenciole llamó mucho la atención.

Era un hongo que crecía más rápido que el resto y en su proceso de cambio evidenció distintas formas: unos pequeños anillos céntricos de diversos colores. Asombrado por nunca haber visto algo igual, el investigador decidió aislarlo para observar de cerca su comportamiento.

De esta manera, se dio cuenta que el microorganismo en soledad evolucionaba en un aspecto gris, sin colores ni anillos. Luego de repetir el procedimiento una y otra vez, descubrió que el escenario se manifestó debido a que el hongo estaba aislado del resto de sus pares.

En este contexto, lo hizo crecer con los mismos microorganismos del primer experimento, logrando que después de unos días se transformara. Así, halló que ciertos sistemas biológicos pueden influir en el desarrollo de otros.

La experiencia prosiguió con el propósito de observar si existen microorganismos que sean capaces de influenciar el crecimiento de las plantas para que los alimentos tengan mayor valor nutricional. Ascencio comenzó a buscar centros de investigación donde colaborar y compartir sus conocimientos, trabajando con prestigiosas corporativas de Perú y Brasil.

En 2016 creó ECOBAF, con el objetivo de regenerar los suelos para toda la humanidad a partir del uso de tecnología biológica. Durante los primeros dos años, él y su equipo realizaron labores con diversos microorganismos a fin de entender mejor sus interacciones.

A lo largo del camino, evidenció que cada microbio puede impulsar beneficios puntales sobre las plantas. Con el correr de los días, se crearon cuatro tecnologías biológicas/bioestimulantes que permiten fortalecer el crecimiento de los cultivos y ayudan a regenerar la fertilidad de los suelos.

Si bien parte de estos conocimientos ya estaban bien difundidos en países desarrollados, no existían bioestimulantes diseñados específicamente para regenerar la fertilidad biológica de los suelos. El trabajo posibilitó profundizar aún más los conceptos para entender el comportamiento de la superficie.

Ascencio siguió estudiando las poblaciones de la tierra, observando que tenían un ciclo de vida-muerte que se repetía sin cesar. Dicho principio de “dinamismo natural” plantea que los procesos de comienzo y fin se suceden en todos los ecosistemas.

Si la meta es crear una tecnología verdaderamente revolucionaria, el uso de bioestimulantes bajo el principio de dinamismo natural permite impulsar una serie de interacciones biológicas que potencian los beneficios de plantas, bacterias y suelos.

El sistema biodinámico de Ascencio no solo se enfoca en mejorar el crecimiento de los cultivos, sino que está diseñado para que las interacciones entre microorganismos potencien la fertilidad del suelo. Hasta el momento, funcionó con excelentes rendimientos en espárragos, pallares, cítricos, paltas y uvas. El resultado fue la producción de alimentos más saludables sin el uso de pesticidas.

Tras estos hallazgos, ECOBAF se asoció con Vasco, con quien actualmente trabaja para que la tecnología se masifique entre el sector agricultor. De desarrollar herramientas para mejorar el rendimiento de los cultivos de Perú, su fundador descubrió una estrategia que puede beneficiar a toda la humanidad. La idea final es evitar que los alimentos pierdan su valor nutricional.