La política agrícola debe garantizar mejoras medioambientales más sólidas para el agua en Europa

na evaluación de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), publicada hoy, muestra que se necesita una adopción más amplia de las prácticas de gestión agrícola sostenible para mejorar el estado del agua, así como la biodiversidad.

Las prácticas de gestión agrícola deben basarse en principios agroecológicos, agricultura ecológica y soluciones basadas en la naturaleza, el informe de la AEMA « Agua y agricultura; hacia soluciones sostenibles ”, dice. Para lograr esto, se necesitan medidas más ambiciosas para promover la agricultura sostenible en la próxima política agrícola común de la UE 2021-2027.

Estudios recientes de la AEMA han demostrado que muchas de las aguas superficiales y subterráneas de Europa no están en buen estado y el estado de los mares regionales de Europa es alarmante. Las actividades agrícolas son una fuente importante de presión sobre las aguas europeas, debido a la contaminación química y por nutrientes, la extracción de agua y los cambios físicos en los hábitats, incluso a través del almacenamiento de agua y el drenaje de la tierra. Responder a estos desafíos es urgente, ya que los impactos del cambio climático en algunas partes de Europa están exacerbando las presiones sobre el agua y representan un riesgo para la producción agrícola.

La evaluación de la AEMA muestra que existe una amplia variedad de medidas de gestión para hacer frente a las presiones agrícolas sobre el medio acuático. Si bien se han logrado algunos avances para reducir las presiones agrícolas en el siglo XX, se mantienen en niveles insostenibles con pocas señales de mejora en los últimos 10 años. 

El informe de la AEMA apunta a tres áreas de mejora:

Mayor aceptación de prácticas de gestión sostenible basadas en principios agroecológicos, agricultura ecológica y soluciones basadas en la naturaleza. Estas prácticas tienen múltiples beneficios de sostenibilidad, reducen las presiones sobre el agua, al mismo tiempo que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, mejoran la resiliencia a largo plazo de la agricultura a las presiones climáticas y benefician a la biodiversidad.

Implementación e integración de políticas de la UE. Esto requiere abordar los incentivos que generan presiones sobre el agua y priorizar la financiación para la agricultura sostenible en los próximos planes estratégicos de la política agrícola común de la UE 2021-2027.

Enfoques más holísticos para facilitar la transición a la agricultura sostenible. Lograr las reducciones necesarias para alcanzar el agua y otros objetivos ambientales requiere un enfoque combinado, que cambie tanto las prácticas agrícolas como las demandas de los consumidores, que está respaldado por una transición en los sistemas alimentarios y energéticos.  

La Comisión Europea ha presentado varias iniciativas en el marco del Pacto Verde Europeo para fortalecer la sostenibilidad, incluida la biodiversidad 2030, las estrategias de adaptación al clima y de la granja a la mesa, y la próxima directiva de restauración, y planes de acción de gestión equilibrada de nutrientes y contaminación cero. Si se implementan y se hacen operativos por completo, la evaluación de la AEMA afirma que los nuevos y ambiciosos objetivos respaldarán un futuro más resistente y sostenible.

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