asta mediados de diciembre la lluvia caída en las regiones productivas de Sudamérica, amenazaba con un pobre crecimiento y posterior desarrollo de los cultivos de verano, con especial enfoque en soja y maíz, por ser los de mayor relevancia económica. Después de un diciembre complicado, llegaron las anheladas lluvias las primeras dos semanas del 2020, y con eso el alivio de quienes miraban hacia arriba desde su empresa a cielo abierto.
Esto mejoró la expectativa productiva a nivel nacional, y generó un ajuste a la baja de los precios futuros, mayo y julio 2020 para soja.
En el caso del maíz, las subas de los futuros abril y julio 2020 fueron acompañadas por subas internacionales, que evitaron las bajas de la soja.
Así como el ambiente se vuelve óptimo para el desarrollo de los cultivos, se vuelve propicio para el crecimiento y desarrollo de malezas, plagas y enfermedades, con lo que los monitoreos semanales a campo se hacen imprescindibles, a los fines de evitar escapes de cualquiera de estos, llegando a situaciones de pérdidas irreversibles.
Uno de los problemas productivos más graves de las últimas campañas es la incidencia de malezas en los rendimientos, sobre todo las resistentes a herbicidas genéricos, y la incidencia del costo de controles específicos sobre las mismas. El manejo de malezas en cada lote es particular, y es muy difícil y hasta inapropiado generalizar, pero a los fines de analizar el impacto de este problema sobre los costos y márgenes, proponemos algunos casos ejemplo, basados en manejos productivos agrícolas del sur de Santa Fe, para soja de primera y maíz temprano.
SOJA: Escape de gramíneas => U$S 27/Ha
Escape de Rama Negra => U$S 30,65/Ha
Escape de Yuyo Colorado => U$S 52,8/Ha
MAÍZ: Escape de gramíneas => U$S 32,3/Ha
SOJA: 32 qq/ha
MAÍZ: 76 qq/ha
SOJA: U$S 189,04/TN
MAÍZ: U$S 118,4/TN
Tanto en soja como en maíz, una aplicación extra para controlar escape de malezas, recorta los márgenes al aumentar los costos de implantación, y la ganancia queda reducida entre 4% y 7%, sin embargo, tal como se anticipó al principio, es hasta inapropiado generalizar con aspectos técnicos de manejo, dado que, aún en caso de realizar controles con los mejores productos, es muy difícil que no se vean afectados los rendimientos potenciales por escapes de malezas, por lo que a un mayor costo de implantación, habría que reducirle el recorte del potencial de rendimientos, con lo que los márgenes se verían notablemente afectados, tal como se observa al recortar un 20% los rendimientos promedios esperados.
Podría analizarse también el efecto contraproducente de aplicaciones de insecticidas antes de tiempo, que pueden elevar el costo en medio quintal de soja por hectárea, y causar más perjuicios que soluciones, al eliminar insectos benéficos y despejar el camino a las plagas en un momento más avanzado del ciclo productivo, aumentando el impacto de las mismas sobre los rendimientos y los costos por segundas y terceras aplicaciones.
Veamos entonces que, aumentar los costos de implantación por controles extra de aplicaciones, no incide tan gravemente, como el efecto que cualquier escape de malezas o plagas puede tener sobre los rendimientos, y la disminución de los mismos sobre los márgenes finales, así como un recorte de precios puede restar rentabilidad dejando los márgenes en rojo.
Para terminar, recordar que estos números suponen distancias a 120 km del puerto, y cambian sensiblemente con distancias superiores a 150 km, haciendo mucho más sensible, valga la redundancia, los márgenes planteados.
Las condiciones ambientales mejoraron para los cultivos de verano, y también para el desarrollo de malezas, plagas y enfermedades. En el mes crítico para la cosecha gruesa de Argentina, ajustar el monitoreo a campo, para evitar escapes y controles innecesarios. Sin dejar de lado que se espera una gran cosecha sudamericana, y con esto los precios internacionales podrían seguir a la baja, por lo que no descuidemos coberturas de precios sobre proporciones prudentes de la cosecha que esperamos tener en unos meses.
INTA