Agroecología, una alternativa de producción sustentable que crece en tiempos de pandemia

n Corrientes al menos 30 mil personas se abocan a una producción respetuosa con la salud de los consumidores y con el medioambiente.

La vinculación entre los pequeños productores y la agroecología es un trabajo que se viene gestando hace tiempo. Surgió como una búsqueda por el equilibrio entre el uso sustentable de los suelos, saludable para los consumidores y generador de recursos económicos para las familias.

Alfredo López, ingeniero del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) explicó: “La agroecología es la forma de producir y relacionarse con el ambiente, que es amigable con el medioambiente”. 

Lopez afirmó que “dentro de los territorios campesinos es donde más adeptos hay”. El ingeniero está a cargo de la zona norte de la provincia, donde predomina el cultivo de hortalizas y la huerta de verduras de hojas.

Desde el Inta destacan que el programa ProHuerta está cumpliendo 30 años, y se mantiene el objetivo propuesto en agosto de 1990: acompañar a poblaciones vulnerables a generar sus propios alimentos. El trabajo de la institución se centra en impulsar la huerta mediante la entrega de insumos agropecuarios, herramientas, capacitaciones y asesoramiento en apoyo a la producción de alimentos.

Según el Registro Nacional de Agricultura Familiar más de 30 mil personas llevan a cabo esta modalidad de producción en la provincia.

Un testimonio de ello es la Cooperativa Yvy Maraney (“tierra sin mal”) con presencia en varios barrios de la capital: Punta Taitalo, Piragine Niveyro, Sol de Mayo, Tosquera, Pirayuí, Quilmes y Santa Margarita. Agrupados en 20 unidades productivas se dedican a la horticultura y al trabajo de vivero ornamental, así como al criadero de gallinas y cerdos.

Esta cooperativa forma parte de la Federación Campesina Guaraní, que nuclea a comunidades de pequeños productores de Concepción, Mercedes, Capital, Lavalle, San Miguel, Loreto, Chavarría, Caá Catí, Lomas de Vallejos, Mburucuyá, entre otras localidades.

Silvia, integrante de Yvy Maraney, cuenta que esta asociación “surgió por el interés de jóvenes en la agroecología, la salud alimentaria y la búsqueda del sustento económico”.

Desde el 2015 han conseguido expandirse mediante la autogestión de recursos necesarios para la actividad, pero su demanda fundamental es por el acceso a la tierra. “El acceso a un terreno amplio nos permitiría potenciar nuestra capacidad productiva”, explicó Silvia.

“Hasta ahora estamos trabajando en terrenos propios o prestados, pero de tamaño reducido. Hemos recibido el acompañamiento del Inta y el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia con recursos y capacitaciones, pero nos hacen falta tejidos, sistemas de riego, media sombra y tejidos para los gallineros”.

Daniel Abib, desde la delegación correntina de la Secretaría de Agricultura Familiar junto con la Federación de Organizaciones Nucleadas de Agricultura Familiar (Fonaf), acompañan a pequeños productores del interior mediante apoyo logístico: “Elaboramos bolsones saludables con frutas, verduras y hortalizas de estación, junto con productos como miel de caña, huevo, dulces y almidón de maíz”.

“Nuestro objetivo es acercar a la población productos frescos y sanos, promoviendo la soberanía alimentaria. Las personas están sumándose a aprender la diferencia entre el acceso a alimentos sanos y la diferencia en la producción con el uso de agroquímicos”, explicó Abib. Desde localidades como San Miguel, Tatacuá, Concepción y Caá Catí llegan todos los viernes al local de ATE, donde se venden a precios accesibles.

El Gobierno nacional anunció la creación de la Dirección Nacional de Agroecología, con el objetivo de intervenir en el diseño de políticas, programas y proyectos que promuevan la producción de base agroecológica. 

El Litoral