n fragmento del Mont Blanc está en riesgo de desprenderse. El colapso inminente del glaciar Planpincieux obliga a evacuar a decenas de personas y turistas en el Valle de Ferret, al límite de Francia. Expertos apuntan al cambio climático y alertan sobre la problemática en la región.
Mont Blanc, la montaña más elevada de Europa Occidental, sufre los efectos del cambio climático. Ubicado a 4.810 metros de altura, se trata del punto más alto del viejo continente y el tercer lugar natural más visitado del mundo. Lamentablemente, este punto turístico que atrae a millones de visitantes se ve afectado por las altas temperaturas.
Durante las últimas semanas, un fragmento de las Grandes Jorasses –grupo de cimas en la parte italiana– amenaza con desprenderse del glaciar de Planpincieux, en el municipio italiano de Courmayeur. La masa de hielo en cuestión, estimada en 500.000 metros cúbicos, se encuentra en vigilancia desde 2019, cuando una parte del glaciar de 250.000 metros cúbicos comenzó a mostrar signos de derretimiento.
De acuerdo a la opinión de los científicos, en lo que va del año el bloque de hielo se ha visto particularmente afectado. “Dos kilómetros cuadrados de hielo desaparecen cada año. La situación empeora con los períodos cada vez más calurosos de verano y otoño”, indica Jean-Pierre Fosson, secretario general de la Fundación Montaña Segura.
Según el reporte del poblado italiano, varias rutas debieron cerrarse en la frontera con Francia y Suiza. Sumado a esto, las autoridades se vieron obligadas a evacuar treinta casas en Valle Ferret, una medida que afectó a más de setenta personas, entre turistas y residentes de la zona.