n su día hablamos de las cubiertas vegetales como medio decorativo para edificios del siglo XXI, y comentamos algunas características, beneficios y cómo montar una pared vertical con especies como helechos, ficus y diversas plantas que se prestan muy bien a los cultivos en pared. Pero ¿has pensado alguna vez que en vez de plantas ornamentales puedes plantar frutas y verduras que puedas luego comer? Así es, bienvenidos al huerto vertical. Una forma única de aprovechar en poco espacio, la horticultura en altura.
En los huertos verticales también podemos llegar a tener ese problema e incluso que sea más problemático si se nos va la mano con la altura del huerto vertical. “Colgar” macetas o jardineras con tierra supone un peso considerable y hemos de aligerar todo lo posible. Principalmente porque hacer un huerto vertical supone una unidad de carga mayor sobre una misma superficie de forjado.
Sustratos con una buena base de vermiculita, perlita, arcillas expandidas, humus de lombriz para enriquecer y algo de sustrato universal consiguen mezclas con capacidad de retención de agua, drenantes a su vez y lo más importante; más ligeras que la tierra al uso.
Es el extremo de este tipo de cultivos, pero requiere una infraestructura muy controlada y dosis de nutrientes muy bien estudiadas y aplicadas. Requiere una automatización mayor y estar más pendiente del huerto. Las desviaciones de parámetros como el pH son muy inestables si no se controlan las dosis de nutrientes y el pH del sustrato o entorno radicular es algo muy a tener en cuenta en cualquier cultivo. Tiene sus ventajas e inconvenientes que te contamos en los siguientes artículos. Desde luego es posible en un huerto vertical y se hace a nivel experimental y ya hasta comercial. Ya existe lechuga hidropónica a la venta. Y la razón principal es que en los mismos metros obtienes más rendimiento trabajándolo hacia arriba. Es como el cultivo del lúpulo.
En multitud de blogs hay gente que explica que las botellas de plástico recicladas, garrafas, bandejas son un buen soporte para tus cultivos de huerto vertical. Pero puede haber un problema al respecto.
Tenemos por un lado una industria del plástico para el empaquetado desmesurada que hay veces que es bueno reutilizar, y por el lado contrario una alarma social extrema con ciertos plásticos y sus peligros para la salud (botellas de agua es el ejemplo más claro). Todos ahora a comprar botellas vidrio que es inerte y más sano. Ya no nos importa llevar peso de envase por salud.
Sin embargo, somos capaces de reutilizar cientos de envases de plástico como soporte para un huerto vertical. Teniendo en cuenta que justamente buscamos lugares de exposición continuada del sol, utilizar este tipo de plásticos no va a generar ningún beneficio. Es más, puede que incluso nos perjudique. La degradación del plástico por efecto de los rayos del sol es patente. Y esa degradación va a la tierra donde está plantada la lechuga que nos vamos a comer.
Ya hay estudios sobre el impacto de los microplásticos en la cadena alimentaria y se habla mucho de los peces y del mar. Pero no contemplamos que también acaban en nuestros cultivos como consecuencia del uso de lodos de las plantas de tratamiento de residuos que luego utilizamos para regar y fertilizar.
Soportes de maderas no tratadas, macetas cerámicas (aunque pesen más) o jardineras, van a ser el mejor soporte para unos cultivos que luego nos vamos a meter en el cuerpo. El problema de las jardineras y macetas de cerámica es el peso, así que otra opción son las bolsas de fieltro, mucho más ligeras y con capacidad para mantenerse empapadas en el riego.
Si existen empresas que fabriquen contenedores de plásticos totalmente inocuos, que no se degraden entonces bien.
Verduras de hoja que no pesen demasiado y tengan una profundidad radicular corta como lechugas, espinacas, rabanitos, rúcula, cebollino, berros, canónigos, achicoria, borraja, fresas, chiles, tomates cherry, pimientos, apio, chalotas, frambuesa, mora…
El primer factor que nos encontramos en contra de un huerto vertical es el peso así que todos aquellos cultivos que vayan a desarrollar frutos pesados y grandes podrán ser un problema. Si la tierra ya pesa de por sí, y mojada más, si añadimos el peso del fruto… Cultivos como cucurbitáceas (calabacines, calabazas, sandía, melón…) no son los más adecuados. Las brasicas como coles, repollos, coliflores, brócolis tampoco son el mejor ejemplo.
Cultivos de aprovechamiento de raíz también son un poco limitantes. Zanahoria, patata, rábano, cebolla, aunque la zanahoria sí es posible con recipientes con profundidad.
El cultivo de aromáticas es muchas veces más fácil que cualquiera de las hortalizas del huerto. No suelen sufrir de plagas y enfermedades, es más, muchas de ellas repelen ciertos insectos como la albahaca. Algunas son muy rústicas, otras requieren poquísimo riego y siempre podrás tener una variedad de aromáticas frescas para tu cocina. En las que no requieran demasiado riego puedes no pinchar gotero por ejemplo o regar con menos frecuencia.
Agromática