Chacinados Posta Pampa, emprendedores por naturaleza

untos fundaron la marca de chacinados Posta Pampa que, a pesar de las crisis de la economía y la pandemia, parece haber llegado a Tandil para quedarse.

Realizaron su primer lote de producción en septiembre de 2015, inaugurando su pequeña fábrica de 75 m2, la cual tardaron un año y medio en construir, ya que la mayoría de los trabajos de obra los hicieron ellos mismos, con ayuda de sus familiares. A casi cinco años de aquella primera venta, están inaugurando su tercera ampliación, la cual totaliza unos 400m2 cubiertos, y hacen frente a una crisis económica mundial que nos afecta a todos, reinventando su sistema de comercialización.

En el 2011 comenzaron a soñar con un proyecto propio, para trabajar juntos y vivir en el campo. Sí, viven y trabajan en el campo. La fábrica, y también su casa, la emplazaron en el curvón grande que hace la Ruta 30 hacia el sur de la ciudad, a dos kilómetros de la Escuela Agrotécnica Ramón Santamarina, más conocida por todos los tandilenses como “La Escuela Granja”. Sobre esa intersección que hace la curva de la ruta 30, con el camino de tierra vecinal que va hacia 4 Esquinas, ellos decidieron pasar estos años de sus vidas, construir su propio trabajo, y vivir rodeados no sólo del paisaje rural que aman, alejados del ruido y la contaminación visual de la ciudad, sino también, inmersos en una vista panorámica del cordón serrano de Tandilia. Y, para suerte de todos los que quieran visitarlos en su emprendimiento y ver cómo trabajan, o simplemente ir a comprar sus chacinados y disfrutar de un paseo para los sentidos con sus aromas y paisajes, se encuentran a tan sólo 15 minutos en auto del centro de nuestra ciudad.

A principios del año 2014 ya habían ganado varios subsidios con su proyecto y reunido los materiales de construcción y maquinarias que necesitaban para producir. Fue entonces cuando Charly, más conocido como El Holandés (el padre de Carlos), decidió cederles un pedacito de este campo, al lado de la institución CIANE, para que construyan su fábrica y den rienda suelta a su sueño. El padre de Victoria, Guillermo, es arquitecto y también emprendedor, así es que Victoria también tiene el emprendedorismo corriendo por sus venas. Con el asesoramiento de Guillermo y la ayuda de muchos familiares, comenzaron así la construcción de una pequeña fábrica, mientras terminaban los trámites necesarios para su habilitación.

A mediados de 2015 recibieron el certificado de final de obra. Con este certificado y la habilitación municipal ya concluida, pudieron realizar la habilitación provincial como Fábrica de Chacinados ante el Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, que es la autoridad de contralor para las fábricas de estos tipos de productos. Así fue como, en septiembre de 2015, con los trámites hechos, iniciaron la producción del Chorizo seco de Campo Posta Pampa, que es su producto principal, para comercializarlo en la quesería El Holandés.

Así fue como comenzaron una cadena de ampliaciones en la fábrica para hacer frente al crecimiento que tenían por delante. Construyeron un secadero nuevo, ya que el primero les quedó chico muy rápidamente, e invirtieron en un utilitario, y así armaron un servicio de distribución de sus productos que abastece a casi todas las tiendas de productos regionales de nuestra ciudad.

Cuando inició 2020 la pandemia por Covid-19 la fábrica se vio comprometida, ya que más del 90% de sus ventas dependían de la actividad turística de la ciudad. Sin embargo, como buenos emprendedores, no bajaron los brazos y se dispusieron a reinventarse.

Aprovechando el día de la industria chacinera, invitamos a todos los que quieran apoyar a este emprendimiento familiar bien “tandilero”, a pedir los productos Posta Pampa en los negocios de su barrio. También pueden pedir los productos por instagram en la cuenta @postapampa o al número de teléfono de WhatsApp +54 9 4570727, y coordinar una entrega a domicilio. Por otra parte, Victoria y Carlos nos invitan a todos los que los quieran conocerlos, o simplemente dar un paseo y disfrutar de las vistas que ofrece el paraje La Porteña de nuestra ciudad, a ir hasta su fábrica, en donde se puede ver el secadero (el lugar donde “ocurre la magia” de la maduración), y no sólo ofrecen sus chacinados, sino también una gran variedad de quesos y demás productos regionales de nuestra ciudad.

El Eco