l mate es sin lugar a dudas, una de las bebidas más representativas de la Argentina y se encuentra presente en cada instante de nuestra vida cotidiana. Pero antes de llegar a los hogares, cada paquete de yerba mate (Ilex paraguariensis) transita un largo proceso involucrando a miles de personas que participan en su proceso de producción y elaboración.
La yerba mate Argentina se produce y cultiva en Misiones y nordeste de Corrientes, con el 87% y el 13% de la producción nacional respectivamente. El país es el principal productor mundial de yerba mate con aproximadamente un 50% de la cuota del mercado global.
En todo el proceso de producción, desde la cosecha hasta el envasado, la yerba mate solo recibe calor para el secado, tiempo de estacionamiento y molienda. Por lo que se trata de un producto 100% natural.
Vivero
Recién a los cuatro años la planta alcanza un desarrollo apto para la poda o cosecha. Abril y septiembre son los meses ideales para cosechar porque las hojas están maduras y la planta está en un receso vegetativo (no hay brotación).
En estos procesos se somete unos segundos (sapeco) la hoja verde a fuego directo y al calor para reducir al mínimo el porcentaje de humedad y lograr hojas crujientes. Las hojas son transportadas en cintas para continuar secándolas.
Se realiza una primera molienda gruesa o “canchado” de la hoja ya seca. Luego se coloca la yerba canchada en bolsas y se la estaciona durante 9 meses o más, en depósitos donde se controla la temperatura y humedad.
Durante la molienda cada marca determina su blend: la proporción de palo, polvo y hojas que van a definir el sabor, aroma y color de tus mates.
Se envasan en paquetes que mantienen intacta la calidad del producto y se coloca la estampilla del INYM en cada uno de ellos.
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