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Otula, que ahora tiene 25 años, es directora ejecutiva de Vuma Biofuels y está en conversaciones con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR), para extender el uso de la energía de la biomasa de la caña de azúcar a los refugiados en Kenia.
Hay unos 500.000 hogares de refugiados en Kenia, principalmente de Somalia y Sudán del Sur, lo que convierte al país en el segundo con mayor acogida de refugiados de África. Se necesita una solución rápida, ya que los refugiados utilizan principalmente madera de contrabando y carbón para calentarse, dice Otula.
Las conversaciones con el UNHCR todavía están en sus primeras etapas. Otula dice que espera que la adopción del producto para los refugiados pueda ser el trampolín para que la empresa se dirija al mercado familiar, lo que pretende hacer en tres o cuatro años.
En septiembre de 2019, la compañía, cofundada por Otula y su presidente, Aaron Pattillo, construyó una planta de producción de energía en el condado de Migori, en el oeste de Kenia, cerca de Sony Sugar Company, el tercer mayo ingenio de azúcar del país.
En marzo, la compañía comenzará a suministrar energía a los productores industriales de té a través de un acuerdo con la Agencia de Desarrollo del Té de Kenia.
Los usuarios industriales eran más fáciles de dirigir para empezar, ya que tienen un mayor nivel de educación energética y, por lo tanto, una mejor comprensión del proceso, dice Otula.
Lo que está en juego para los hogares es alto. La maquinaria y los procesos de producción de Vuma se pueden ajustar fácilmente para abastecer a los hogares, explica.
La Clean Cooking Alliance (CCA) dice que el 80% de los hogares kenianos dependen principalmente de combustibles sólidos para cocinar, con 8,1 millones de hogares que utilizan madera y 1,3 millones que dependen del carbón. Son sucios y peligrosos dice la CCA, ya que el humo del combustible contribuye a más de 20.000 muertes en Kenia cada año.
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