Ecosistemas Forestales / Industria Celulosa & Papel

Inversiones forestales: La industria del papel está en crecimiento continuo en el mundo y es cada vez más sostenible, asegura la Dra. Cristina Area, investigadora del CONICET-UNaM

El mercado de pulpa Kraft blanqueada de maderas blandas o BSKP (que incluye a pinos), por ejemplo, se ha expandido en 3,5 millones de toneladas entre 2017 y 2020

Inversiones forestales: La industria del papel está en crecimiento continuo en el mundo y es cada vez más sostenible, asegura la Dra. Cristina Area, investigadora del CONICET-UNaM
martes 13 de abril de 2021

La base forestal existente en el sur de Misiones y Corrientes es una ventaja competitiva para la instalación de nuevos proyectos sostenibles celulósicos-papeleros, ya que concentra el 80% de las plantaciones, más de 800 mil hectáreas de pino y eucalipto. “Para asegurar la sostenibilidad económica y ambiental en la industria del papel, la tendencia global de fabricación de pulpas celulósicas se orienta cada vez más a la producción integrada en esquemas de biorrefinería”, explica la investigadora del CONICET-UNaM.

La Dra. María Cristina Area es investigadora principal del CONICET, una referente mundial de la Argentina en tecnologías de Celulosa y Papel, miembro de la REDFOR.ar (Red Argentina de Ciencia y Tecnología Forestal) y directora del Instituto de Materiales de Misiones (IMAM) de la UNaM-CONICET y del Programa de Celulosa y Papel (PROCYP), además de docente en la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la UNaM.

La especialista admitió que la industria argentina de fabricación de celulosa y papel sufrió una importante decadencia en los últimos 30 años, debido a factores que involucraron problemas económicos, políticos y sociales. Sin embargo, consideró que es importante conocer su situación mundial para evitar tener una visión parcial y sesgada de su realidad.

Con este objetivo, compartió información actualizada de los avances en los procesos tecnológicos de esa industria esencial para la sociedad, principalmente para la región de la Mesopotamia que concentra el 80% de la base forestal del país con plantaciones de pino y eucaliptos, materia prima para producir celulosa, fibra que garantiza el abastecimiento de la industria del papel y cartón.

“El papel es un bien preciado, por lo que es importante garantizar el acceso al papel a las personas y los países que tienen escaso acceso al mismo. Por la misma razón, no debe ser desperdiciado. Es crucial reducir significativamente el consumo en los países desarrollados, reducir el consumo derrochador, invertir en reciclado, en la gestión sostenible de las plantaciones y en procesos de producción limpia”, fundamenta la investigadora.

 

Escenario global de producción de papel

El consumo mundial de papel se mantuvo en crecimiento constante durante las últimas décadas. La población mundial utiliza alrededor de 1 millón de toneladas de papel por día. Se estima que tanto la población como la demanda de papel seguirán creciendo, por lo cual la producción y el consumo de papel también aumentarán. Las fuentes de fibra son la pulpa reciclada y la pulpa virgen.

La producción mundial de papel y cartón fue de 419,72 millones de toneladas en 2018. El papel de embalaje representa más de la mitad de esa producción y el papel gráfico casi un tercio.

Los tres países productores de papel más grandes del mundo son China, Estados Unidos y Japón, constituyendo más de la mitad de la producción total de papel del mundo.

La producción de papel de periódico, escritura e impresión disminuye constantemente debido a la digitalización (caídas anuales del 2,4% durante 2010-17 y del 3,9% en 2018), pero se ve compensada por la producción de papel de envoltura, embalaje, papel doméstico y sanitario, que aumentó durante 2010-17 (2,3% por año), como resultado del crecimiento demográfico y económico.

 

La instalación de nuevas fábricas de pulpa celulósica de madera

La demanda de pulpa química blanqueada de mercado ha aumentó en 11,5 millones de toneladas desde 2007 hasta un total de 58,1 millones de toneladas en 2020 (aumento medio del 2,2% anual). Durante este período, el mercado chino creció en 13,1 millones de toneladas, compensando las caídas en los mercados de América del Norte, Europa Occidental, Japón y Oceanía.

También se registra un crecimiento, aunque menor, en Europa del Este, otros países asiáticos y América Latina. La demanda de pulpa Kraft blanqueada de maderas duras o BHKP (como se denomina a especies tipo eucaliptus, acacias, abedul, entre otras), creció en 9 millones de toneladas durante este período y el mercado de pulpa Kraft blanqueada de maderas blandas o BSKP (que incluye a pinos y abetos), se ha expandido en 3,5 millones de toneladas.

Del crecimiento en BHKP, 10,1 millones de toneladas han sido de eucaliptus (BEKP) y 2,2 millones de toneladas han sido pulpa de madera dura asiática (mayormente acacia). Este crecimiento ha compensado las caídas en abedul, abeto (NBHK) y pulpa semiblanqueada (SBHK).

Las proyecciones estiman que el mercado de la pulpa crecerá junto con el aumento global del nivel de vida. Hasta el año 2025, se espera que la demanda de papel tisú y cartón para embalaje producidos a partir de pulpa de coníferas aumente anualmente entre un 3% y un 4% debido al desarrollo económico en Asia, África y América del Sur. La demanda también aumentará por la disminución paulatina de la calidad del papel reciclado.

En 2015, la producción (y el consumo) de celulosa y papel más importantes en el mundo se concentraban en Asia, América del Norte y la Unión Europea, pero con aumentos de capacidad proyectados para Asia, Rusia y América del Sur.

La tabla y las figuras siguientes (adaptadas de www.iea.org) muestran el desplazamiento marcado de la producción hacia zonas más cálidas, basado en especies de rápido crecimiento.

La mayor parte de estos proyectos lograron concluirse o están en marcha, demorados por el “año Covid-19”. Posterior al año 2015 se realizaron nuevos anuncios en Sudamérica, como la construcción de la planta UPM2 en Uruguay de 2 millones de toneladas anuales, a partir de fibra de eucaliptus.

 

 

 

Pese al aumento notable en la producción de pulpas de madera dura, se observa que los países fríos del hemisferio Norte siguen produciendo pulpas de madera de abeto, mayormente de bosques nativos. Esto es posible porque las estrictas legislaciones ambientales de Europa y de América exigen el manejo sostenible de los bosques y la instalación de fábricas con las mejores y más modernas tecnologías y las empresas se ven obligadas a asegurar su cumplimiento.

 

Fabricación sostenible de pulpa de coníferas y biorrefinerías

Para asegurar la sostenibilidad económica y ambiental, la tendencia de fabricación de pulpas celulósicas se orienta cada vez más a la producción integrada en esquemas de biorrefinería.

Dos de las fábricas más modernas de Finlandia son claros ejemplos a conocer:

  • Metsä Fibre (Finlandia)

Es un ejemplo de producción de pulpa pulpa kraft blanqueada de madera blanda del norte (NBSK). Produce pulpa de pino nórdico (Pinus silvestris) y abeto (Picea abies) de alta calidad, obtenidos y talados de forma sostenible, en sus plantas de Äänekoski, Kemi, Joutseno, Rauma y Husum. Todas las materias primas de madera que utiliza Metsä Fiber son 100% rastreables hasta su origen.

  • Äänekoski de Metsä Group

La fábrica de bioproductos con capacidad de 1,3 millones de toneladas de celulosa al año, es la planta de procesamiento de madera más grande del hemisferio Norte. Inició sus operaciones en 2017 y alcanzó su capacidad nominal en agosto de 2018. La mayor parte de la pulpa se exporta, principalmente a Europa y Asia, para la producción de cartón, papel tisú, papel de impresión y productos especiales.

El costo de inversión fue de 1.200 millones de euros, lo que la posicionó como la planta de mayor inversión en la historia de la industria forestal finlandesa. Metsä Group necesita 6,5 ​​millones de metros cúbicos de madera al año para su planta de bioproductos Äänekoski.

Esta fábrica se denomina de “bioproductos” porque es una verdadera biorrefinería. La fábrica utiliza el 100 por ciento de su madera, así como los flujos secundarios de producción. Además de pulpa de alta calidad, produce una amplia gama de otros bioproductos, como tall oil, trementina, bioelectricidad, ácido sulfúrico y biogás. Están investigando la mejora de la lignina y la fabricación de fibras textiles a partir de pulpa, lo que se implementará gradualmente.

  • Finnpulp (Finlandia)

Tiene previsto construir una planta de nueva generación de 1.2 millones de toneladas por año de celulosa de coníferas en Kuopio. Esta será la planta de producción de NSBK más grande del mundo. La empresa aprovecha la demanda creciente de pulpa de coníferas para productos de higiene y cartones de embalaje.

La planta de Finnpulp será la planta de celulosa más moderna, eficiente y ecológicamente amigable del mundo. Los términos del permiso ambiental son los más estrictos jamás establecidos para las plantas de producción. La moderna tecnología permitirá la producción de pulpa, bioproductos (tall oil y trementina) y bioelectricidad para la red nacional.

 

¿Cómo asegurar la sostenibilidad?

“El papel es un bien preciado, por lo que es importante garantizar el acceso al papel a las personas y los países que tienen escaso acceso al mismo. Por la misma razón, no debe ser desperdiciado. Es crucial reducir significativamente el consumo en los países desarrollados, reducir el consumo derrochador, invertir en reciclado, en la gestión sostenible de las plantaciones y en procesos de producción limpia”, fundamenta la investigadora del CONICET-UNaM.

Además, considera que “es fundamental que los países posean y hagan cumplir las normas ambientales. Los gobiernos nacionales y locales son los que deben establecer marcos legales que garanticen que las empresas no causarán impactos relacionados con riesgos personales y ambientales. Las instituciones financieras no deben invertir en plantas nuevas a menos que tengan garantías de eso. Las empresas solo deben poder instalarse una vez que hayan demostrado que han previsto tomar todas las medidas adecuadas para evitar esos riesgos”, remarca la Dra. Area.

En esa línea, concluyó en que “una de las formas más efectivas para lograr lo antes dicho es desarrollar el diálogo y la colaboración entre la industria de celulosa y papel papel y la sociedad civil. Existen organizaciones como la Red Mundial de Papel Ambiental (EPN), que ha redactado una “Visión Global del Papel”, con recomendaciones sobre cómo se puede producir y consumir papel en forma sostenible. Estas incluyen la promoción del acceso justo al papel y la reducción del derroche; la obtención responsable de las fibras; la maximización del contenido de fibra reciclada; la garantía de una producción limpia; la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero; la garantía de responsabilidad social, transparencia e integridad de las empresas”, sostuvo la especialista misionera.

 

Argentina Forestal

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